La pandemia del coronavirus no es cosa del pasado en China, que venía mostrando cifras esperanzadoras con respecto a su lucha contra la enfermedad infecciosa. En la provincia de Henan que limita con la de Hubei, donde se originó el brote que dejó más de 43.800 muertos en todo el mundo, tomaron la drástica cerrar por completo el condado de Jia ante el temor a una segunda ola de contagios.
En la zona reside más de medio millón de habitantes y entre las medidas se incluye el toque de queda. Según el diario ‘South China Morning Post’, los residentes necesitan autorización para realizar «cualquier tipo de movimiento» fuera de sus casas ahora que China ha comenzado a registrar un descenso de los contagios tras meses de restricciones.
Este mismo miércoles, el Ministerio de Sanidad ha indicado que se han registrado 36 nuevos casos, de los cuales todos ellos han sido importados, a excepción de uno.
