En Argentina mueren 8.000 personas al año por enfermedades vinculadas al consumo de alcohol.

El Ministerio de Salud advierte que dejar de tomar alcohol fortalece el sistema inmunitario, mejora el sueño, reduce el riesgo de desarrollar enfermedades y depresión entre otros beneficios.

Aún en pequeñas cantidades el consumo de alcohol puede producir alteraciones que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes.

Las bebidas como el vino y la cerveza no emborrachan menos. Los efectos del alcohol son los mismos con todas las bebidas. El impacto en el cuerpo del individuo depende siempre de la graduación alcohólica, de la cantidad que se ingiera y de la velocidad en la ingesta. También dependen del sexo (mujer u hombre), del contexto donde se consume, de las expectativas, del estado de ánimo y de las características psicológicas y corporales de quien lo hace.

La medida justa

• Cerveza: una botella o lata individual.
• Vino: 150 cc.
• Trago: 45 cc de bebidas como vodka, fernet, etc.

Consejos

• Evitar comprar alcohol para acopiar, ya que incrementa el consumo propio y el de los integrantes del hogar.
• Buscar actividades que se disfruten: hobbies, actividades lúdicas o físicas. Tomar alcohol no es una forma de diversión o distracción.
• No tomar alcohol para manejar emociones o el estrés ya que el efecto será el contrario: aumenta la ansiedad, la depresión y las manifestaciones violentas de las emociones.
• Evitar los lugares donde se sienta “presión social” por consumir alcohol.
• Reemplazar el consumo por otras bebidas saludables sin alcohol.
• Buscar ayuda profesional: Pedir ayuda es el primer paso para lograr una solución (Escucha y asistencia).