El presidente Alberto Fernández advirtió hoy que la demanda de los pequeños ahorristas de dólares es «un problema», por lo que aseguró que profundizar el cepo cambiario es una posibilidad que el Gobierno está «estudiando».

«Muchos se vuelcan al dólar, no lo puedo evitar. Es un problema cultural que tiene la Argentina», sostuvo el jefe de Estado en declaraciones a Radio La Red.

Al ser consultado respecto de la posibilidad de endurecer el cepo, el mandatario indicó: «Vamos a ver. Es algo que estamos estudiando».

En ese sentido, anticipó que se va a reunir con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para evaluar la actualidad del mercado cambiario: «Son cosas que tenemos que hablar, sin dudas».

«Tenemos una demanda muy grande de pequeños ahorristas», afirmó y alertó que esa situación es «un problema».

«Nos dimos cuenta de que había gente que cobraba el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y lo convertía en dólares», alertó, aunque aclaró que «mucha gente supo usar el IFE para promover algún emprendimiento mínimo».

Respecto de su vínculo con Guzmán, destacó: «Somos un equipo que funciona correctamente» e insistió: «Si hay algo que tengo con Martín es la más perfecta sintonía».

Sobre la relación entre la cantidad de reservas internacionales disponibles y la demanda de moneda extranjera, Fernández puntualizó que la administración de Mauricio Macri tan sólo «dejó diez mil millones de dólares».

El viernes, el dólar «turista», con recargo del 30 por ciento tuvo un leve recorte de dos centavos por primera vez en diez jornadas y terminó la semana a $100,61.

Los últimos datos oficiales dados a conocer por el Banco Central señalaron que alrededor de 3.300.000 personas compraron moneda extranjera en junio para ahorro, lo cual representó un récord y un incremento de 37 por ciento con respecto al mes anterior.

Para julio y agosto, datos del mercado arrojan que la demanda sigue en alza, con picos del 20% de aumento en la primera semana de este mes.

Este sábado, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, recomendó «amigarse» con el cepo cambiario, al sostener que «no es un castigo, sino que es una condición para la estabilidad macroeconómica».

«La Argentina va a necesitar regulaciones por un tiempo», apuntó la funcionaria nacional, quien manifestó que «hay que ir evaluando» cuáles son las eventuales restricciones a aplicar.