Debido las intensas lluvias que se produjeron en las últimas dos semanas en la cuenca misionero paraguaya y en menor medida por la crecida que presenta por estos días el río Iguazú, prevén un pico de crecida del río Paraná a mediados de noviembre en Rosario registrará.
“Es un fenómeno normal, los pulsos del río son normales, tanto la seca, no tanto como la que tuvimos este año, sino también los pulsos de inundación, que para que uno se dé una idea pueden variar de 5 a 6 metros de altura, hay que darse esa idea de lo que pueden variar los pulsos de inundación. Es muy importante esto, porque rellena las lagunas, se reproducen los pescados, esto tiene funciones ecológicas muy importantes”, explicó Eduardo Spiaggi, docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y ecologista.
Sin embargo, señaló que “también va a traer impacto en la ganadería y sobre todo en algunas poblaciones costeras que van a tener que ser evacuadas”.
Spiaggi también aclaró que los efectos de inundación también se agravan con la deforestación. “Hay que imaginarse lo que es una lluvia que cae sobre las hojas de un árbol, cómo se detiene y cae despacio al suelo y después el suelo la retiene a que caiga sobre un suelo deforestado casi como un pavimento. Todo eso hace que el agua después vaya a las zonas bajas, después a los ríos, a los arroyos y venga para acá. Si no tuviéramos la deforestación que tenemos, tanto en Brasil como en Argentina, los efectos serían menores”.
“Pero en realidad hay muy poca población fija en las islas porque estos efectos de sequía, inundación más la cuestión económica han ido sacando gente, queda poca gente, pero esa gente por supuesto Prefectura y todos los organismos de defensa civil tienen que prestar atención q de atenderlos y ayudarlos”, amplió el docente de la UNR.
Finalmente, reflexionó: “Podríamos decir que son los efectos extremos que se prevén con el cambio climático. Que más que cambio climático es cambio global. Estamos cambiando las acciones humanas, están cambiando el ambiente”.