Advierten que un plebiscito sobre el DNU, como anunció Javier Milei, no sería vinculante para su aprobación
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre la desregulación económica y laboral del presidente Javier Milei todavía espera por tener la aprobación en el Congreso, en medio de la postura de la oposición que busca reunir los votos para anularlo. Al ser consultado por Luis Majul al aire de LN+ sobre si podría llamaría a una consulta popular en el caso de que el decreto sea rechazado por el Congreso, el presidente contestó: “Obviamente”.
Sin embargo, “un plebiscito o un referéndum no son instrumentos jurídicos vinculantes, es decir, sea quien sea que los convoque, porque puede ser el Poder Ejecutivo, puede ser también la sociedad civil, no obliga al poder político a seguir el resultado del plebiscito. No son vinculantes, es una consulta de opinión, es una forma de hacer expresar la opinión de la ciudadanía respecto de un tema”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Alejandro Katz, ensayista y politólogo.
Y, seguido, amplió: “Por su propia naturaleza y por el modo en que está legislado el instrumento, el plebiscito sólo admite preguntas por sí o por no, es decir, en este caso el plebiscito tendría una formulación aproximadamente parecida a la siguiente: ¿Está usted de acuerdo con el decreto de necesidad de urgencia número 70 sancionado por el Poder Ejecutivo Nacional? Sí o no. Y esto es un poco absurdo, porque el decreto de necesidad de urgencia, uno de los problemas que tiene es que pretende derogar 300 leyes que consta de más de 300 artículos, el decreto mismo, y que ninguna respuesta razonable es por sí o por no”.
Asimismo, Katz remarcó que “eso es parte del vicio mismo del decreto que pone en un solo instrumento jurídico una inmensidad de decisiones que tienen que ver con diversos ámbitos de la vida pública argentina, con la vigencia de leyes sancionadas en distintos momentos de la historia que afectan distintas esferas de la actividad”.
De este modo, respeto a la posibilidad de que el presidente llame un plebiscito, analizó: “Muchas personas, habíamos advertido antes de las elecciones acerca de ciertos rasgos autoritarios en el discurso y en las formas del ahora presidente Milei. Habíamos señalado incluso en algún documento que circuló en un momento bastante ampliamente la voluntad cesarista de gobernar por el costado o por encima del parlamento donde yo estaba Javier Milei. Y la sanción de este decreto y la amenaza, porque está funcionando de ese modo, de convocar un plebiscito en caso de que el parlamento lo rechace, ratifica esa voluntad cesarista”.
En tanto, el ensayista reflexionó: “La figura del revolucionario, que normalmente pensamos que viene de la revolución francesa y del jacobinismo, etcétera, en verdad viene de una matriz religiosa que es la de la reforma protestante en el norte de Europa, de un grupo iluminado que cree que tiene la verdad y que va a conducir a la sociedad a la salvación. Y Milei es ese iluminado. Entonces, ese iluminado quiere revolucionar la estructura de nuestro país con un decreto, con un decreto que cambie todo, pero además está siendo rodeado por un equipo que es un equipo de cínicos, de oportunistas, de improvisados”.
Además, conisderó que Milei “es el emergente de una clase política disfuncional. Hemos estado por lo menos 20 años a los gritos entre los estatistas y los libremercadistas, con posiciones fundamentalistas infundadas y erróneas de ambos lados, haciendo girar un péndulo en el que Argentina viene desde hace por lo menos medio siglo, un péndulo que va de políticas aperturistas a políticas proteccionistas, de políticas pro Estado a políticas pro mercado, sin conseguir dejar que ese movimiento, que solo es destructivo, que cada vez que cambia el signo del gobierno todo anterior no sirve para nada, y luego etc., y pensar en un modelo de desarrollo sostenible, inclusivo y consensuado para el largo plazo”.
“Nos hemos visto enfrascados en este conflicto entre los que quieren abrir la economía y favorecer el capital, y los que quieren cerrar la economía y favorecer el salario, un péndulo que cada vez tiene un movimiento más extremo, porque ante los fracasos sucesivos, los que vienen a tomar el lugar de los que se fueron, vienen con ideas más radicalizadas. Milei es llevar el péndulo por la derecha a un extremo, y luego vendrá un movimiento pendular hacia la izquierda al extremo. Y ya no es ni derecha ni izquierda, estamos en un escenario de populismos crecientemente barretas”, concluyó Katz.