Abrazo solidario en pedido de seguridad por el Hospital Víctor J. Vilela: “Queremos venir seguros al lugar de trabajo, nada más”
Trabajadores del Hospital de Niños Víctor J. Vilela encabezaron un abrazo solidario tras los últimos hechos de inseguridad que se vivieron en la zona del centro de salud. La iniciativa tuvo lugar este miércoles por la mañana frente al establecimiento médico de Virasoro al 1800.
Miguel Veraz, de la Comisión Directiva de Salud del hospital, brindó declaraciones sobre la situación y puntualizó: “Hay compañeras que en un mes les robaron tres veces las pertenencias de sus vehículos y saqueos en la cuadra. Es un hospital que trabaja las 24 horas y lo que pedimos es que consideren, quienes se tengan que hacer cargo de la seguridad, los horarios nocturnos y diurnos porque esto está siendo un problema para nosotros. Queremos venir seguros al lugar de trabajo, nada más”.
Otro de los episodios delictivos resonantes fue el robo de trozos de cañerías de cobre vinculados al oxígeno que se utiliza en la Unidad de Terapia Intensiva del Vilela. En este sentido, Juan Bordato, médico del establecimiento, expresó: “Quien roba un tubo que transporta oxígeno para ventilar pacientes es inconsciente, hay vidas en peligro y eso significa que los médicos terminan auxiliando manualmente a los respirados con el riesgo de perder vidas”.
Luego, el profesional añadió: “En esta época tan difícil estamos todos en este abrazo solidario amando lo que más queremos en nuestra vida profesional, que es el Hospital de Niños, y pidiendo más apoyo en cuanto a la seguridad para que los adultos y los niños se sientan seguros”.
Por último, Bordato afirmó que “después de la pandemia, estamos pasando una situación de achicamiento progresivo de insumos y seguridad”. Por último, profundizó: “El personal tiene, además de contar con su sueldo, una vocación de servicio muy importante, es una comunidad casi familiar en la que nuestro objeto de trabajo es un niño y no diferenciamos situaciones. Ahora nos cuesta recibirlos porque los presupuestos no alcanzan y, paulatinamente, el personal se va desmoralizando”.