Por nación, el embarazo en la adolescencia cuesta en promedio 1.200 millones de dólares al año en pérdida de ingresos de las madres, ingresos fiscales, atención médica y costos hospitalarios, según el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) que analizó seis países: Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay y Argentina.
«Si podemos prevenir los embarazos precoces, podríamos mejorar las oportunidades para las mujeres y podríamos ampliar sus ingresos y opciones», dijo Federico Tobar, asesor del UNFPA para América Latina y el Caribe en Panamá a la agencia de noticias AFP.
El embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana disparan efectos múltiples y se extienden tanto al nivel de la educación como del mercado laboral, de la salud y las economías nacionales, señala el reporte.
Este informe parte de calcular los gastos que se generan por cada niña o adolescente que atraviesa la maternidad temprana.
Según las estimaciones realizadas para América latina, el costo de oportunidad promedio del embarazo adolescente es el 0,35% de su PBI, equivalente a 1.242 millones de dólares por país y por año.
Las madres jóvenes ganan en promedio un 24% menos que quienes fueron madres en la vida adulta.
Las mujeres que fueron madres durante su adolescencia tienden a registrar trayectorias laborales subóptimas y son más propensas a caer en situaciones de pobreza o se les dificulta salir de la pobreza.
El informe también estima que el gasto asistencial que podría evitarse con la prevención del embarazo adolescente oscila entre los 4,8 y los 211 millones de dólares por año.
El 81% del costo de oportunidad del embarazo en la adolescencia recae sobre las mujeres que fueron madres, porcentaje aún mayor en Colombia (97%) y en Paraguay (92%).
En la Argentina el embarazo adolescente genera costos anuales de 31.626 millones de pesos, relevó el informe.
Los gastos de salud relacionados con la atención de embarazo, parto y puerperio adolescente por año relevados por el análisis de ONU fueron de 90.667 pesos por cada una de las 874.715 madres tempranas que hubo en Argentina entre 2017 y 2018.
El análisis también aportó que anualmente las madres menores de 18 años «tienen una perdida social estimada en 21.512 millones de pesos, ya que sus oportunidades laborales disminuyen y son menores comparadas a las madres adultas».
«Con prevención de estos embarazos, el sector público sanitario se ahorraría, por año, 5.318 millones de pesos, dato que surge de considerar que 7 de cada 10 embarazadas madres de entre 15 y 19 años no son intencionales, entonces el Estado podría ahorrar al menos 70% de sus gastos en atención», indicó el análisis.
En relación a la educación, las madres adolescentes «tienen menor probabilidad de terminar el secundario; solo el 3% alcanzó el nivel terciario y únicamente el 1% logró un título universitario».
Según UNFPA, Latinoamérica presenta la segunda tasa de fecundidad (66,5 por cada 1.000) más alta del mundo entre mujeres de 15 a 19 años.
República Dominicana (100,6 por cada 1.000), Nicaragua (92,8), Guyana (90,1), Guatemala (84), Guyana francesa (82,6), Venezuela (80,9) y Panamá (78,5) presentan las tasas más altas en la región.