Las restricciones impuestas por la pandemia agudizan el dolor por la partida de un ser querido. Las despedidas son cortas, con el mínimo indispensable de personas y sin el calor de los abrazos. Para la familia de Víctor Carpio, que falleció el martes 3 de noviembre en el hospital Italiano, a todas esas malas pasadas de del destino se sumó lo peor: la pérdida del cuerpo de su ser querido. Cuando el miércoles se disponían a darle su último adiós en el cementerio La Piedad se encontraron con que el cadáver era el de una mujer. Los restos de Carpio nunca aparecieron y todavía sus allegados siguen sin respuestas.
Sofía, nieta del hombre de 81 años que falleció el martes en el área covid del nosocomio, pero que padecía una patología de base grave, contó a Rosario Nuestro la odisea que atravesó la familia, que aún no termina. «Lo llevaron a la morgue ese día y tenían que esperar que la cochería lo retire del sanatorio. Mi papá contrató a cochería Bonino para que lo vaya a retirar y ellos se manejan con el Cementero La Piedad. Como no había lugar, tuvimos que esperar”.
La mujer explicó que en medio del papelerío de trámites descubrieron que su pariente había comprado un nicho, algo que aceleró el proceso para sepultarlo. Su papá había arreglado con la cochería que el entierro iba a ser ayer (por el miércoles) a las 3 de la tarde. «Nos presentamos en el cementerio. Habrán pasado 30 o 40 minutos, mi papá llamó porque no aparecían con el cuerpo». En la casa mortuoria les dijeron que habían llevado el cuerpo de una mujer. «No era el de mi abuelo y no sabían dónde estaba el de él”, expresó Sofía, todavía movilizada.
La familia se dirigió al Italiano para comprender lo que estaba pasando y resolver la situación. Allí les manifestaron que los coches fúnebers ya habían ido a retirar el cuerpo. «No sé cómo se manejarán ellos, si una trafic reparte por las cocherías, si la misma cochería se encarga de ir a buscarlos, porque supuestamente se pudo haber mezclado con el cuerpo de otra persona que fue velada y enterrada en el cementerio de Pérez”, lamentó en medio del desasosiego.
“Le dijeron a mi papá que tenía que esperar hasta las 7 u 8 de la noche, que a esa hora iban a ir hasta el cementerio de Pérez a abrir el cajón y él iba a reconocer y si era mi abuelo se hacía el cambio. Se ponía a la señora que correspondía y a mi abuelo se lo llevaba al Cementerio La Piedad. A mi papá lo llaman a las 8 de la noche para decirle que averiguaron que era el día de no sé qué en el Cementerio de Pérez, entonces no hacían entierros. Entonces, el cajón ese seguía en la bodega, fueron a fijarse, abrieron el cajón y no era mi abuelo”, continuó.
Sofía maneja distintas hipótesis respecto de lo sucedido. «Podría seguir estando en la morgue del Italiano, quizás nunca salió de ahí. O también tenemos la opción que se haya quemado y no nos avisaron nada. Seguimos sin novedades. Llamás al Italiano y no tienen novedades de nada, te pasan con uno, te pasan con el otro, se ríen en nuestras caras. No ven el sufrimiento que ya perdimos un ser querido y no tenemos el cuerpo. Hace 48 horas que mi abuelo falleció y no tenemos el cuerpo” .
Finalmente, la familiar del hombre fallecido aseguró que este jueves su padre se acercó al Ministerio Público de la Acusación (MPA) para hacer la denuncia. Mientras tanto, el dolor se multiplica.
