- No está confirmado que el virus se transmita a través de los alimentos.
Si bien la fuente de la infección inicial en China fue algún animal, la transmisión no fue alimentaria, sino por haber entrado en contacto directo con sus tejidos o sangre, y el virus ahora se está propagando entre las personas, especialmente a través de las gotitas que expulsa una persona infectada cuando tose, estornuda, exhala o habla. Los científicos y las autoridades de todo el mundo están realizando un seguimiento de la propagación del virus y no se ha informado de ningún caso de transmisión a través de alimentos.
- Es necesario lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular cualquier alimento.
La higiene también es importante con los materiales y utensilios que se vayan a utilizar y deben evitar consumirse animales que hayan estado enfermos o en mal estado.
- Planificar la compra al supermercado.
El Consejo Argentino sobre Seguridad de Alimentos y nutrición sugiere que es importante que vaya un miembro de la familia a hacer las compras y mantener una distancia de dos metros en la fila cuando se esté en el comercio.
Además, es mejor usar nuestro propio carrito o bolsa en lugar del carro del supermercado, para evitar tocar ciertas superficies. Esto no es siempre posible, por eso es importante lavarnos las manos al regresar a casa luego de hacer las compras.
- Ningún alimento previene la enfermedad.
Ni el ajo, la cebolla, el jengibre, el agua con limón, el té caliente o los suplementos de vitamina C sirven para prevenir o curar la enfermedad.
- Las frutas y verduras deben higienizarse correctamente.
En el caso de las frutas y verduras que se consumen de forma directa (crudas, sin pelar), se recomienda sumergirlas durante 30 minutos en 1 litro de agua con 5 gotas de lavandina y luego enjuagarlas con agua potable.
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