Cualquier opción que sea fría, con elevado contenido de agua, y fresco es una excelente opción para incluir en todas las comidas para atravesar el día perfectamente.

Frutas

Las frutas tienen una elevada proporción de agua en su composición, aproximadamente el 90 % de su composición es agua, por lo tanto incluirlas es un as bajo la manga.

Es conveniente consumirlas frías de la heladera, se pueden hacer jugos o helados, convertirlas en una excelente opción de postre o acompañantes de desayunos/meriendas, o parte de alguna comida como una ensalada.

Verduras

Las verduras del grupo A y B poseen una proporción de agua en un 90 a 95 %, por tanto consumirlas en sus versiones crudas y frías de heladera, sin dudas que son una opción súper refrescante para afrontar o seguir el día.

Se pueden incluir dentro de desayunos/meriendas en opciones saladas o en almuerzos y cenas como parte de guarniciones o preparaciones.

Algunas de las verduras de los grupos A y B son: acelga, achicoria, radicheta, berro, cardo, escarola, coliflor, espinaca, lechuga, nabiza, rúcula, ají, berenjena, tomate, zapallito, pepino, rábano, rabanito, hinojo, endibia, hongos o champiñones, brócoli, repollo, repollitos de Bruselas, apio, espárragos, alcaucil, brotes de soja, cebolla, cebolla de verdeo, chauchas, habas, nabo, palmito, puerro, remolacha o betarraga, zanahoria, zapallo/auyama y calabaza.

Agua / bebidas saborizadas caseras

Sin dudas que la hidratación cobra especial protagonismo en los días de altas temperaturas. Es importante mantenernos hidratados para que a lo largo del día nuestro cuerpo pueda regular su temperatura de manera óptima.

Granos integrales

Como quinoa, trigo sarraceno, o legumbres como los garbanzos o la soja son excelentes para preparaciones frescas, frías, saludables y reconfortantes. En sólo un alimento, tenemos ambas cosas, tanto hidratos de carbono con elevado aporte de fibra, y proteínas con todos los aminoácidos esenciales. Son ideales cuando queremos resolver un plato fresco y rápido.