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viernes 26 de abril del 2024

3 Dietas para bajar de peso

Dieta Paleolítica: especialistas en Nutrición explican que se trata de un régimen bajo en carbohidratos que elimina por completo los productos lácteos y los cereales (el pan también). Sólo comprende entre 20% y 40% de carbohidratos, así como entre un 20% y 35% de proteínas, y entre un 30% y 45% de lípidos.

Dentro de este plan los alimentos se clasifican en permitidos, moderados y prohibidos:

  • Alimentos permitidos: Carne roja, carne blanca, pescados y mariscos, huevos, frutas y verduras pobres en almidón, nueces y legumbres.
  • Alimentos a consumir con moderación: Aceites exprimidos en frío, palta, té, café y bebidas alcohólicas y frutos secos.
  • Alimentos prohibidos: Cereales, leguminosas, productos lácteos, productos procesados o en conserva, verduras ricas en almidón (papa, batata, mandioca, etc.), carnes grasas, alimentos salados, azúcar y bebidas gaseosas.

Durante los primeros seis meses este tipo de dietas pueden generar una pérdida de peso mayor que las dietas tradicionales pobres en grasas y ricas en glúcidos. Sin embargo, pasado este lapso de tiempo se tiende a ganar más peso que con los regímenes pobres en grasa.

La dieta paleolítica puede cubrir todas nuestras necesidades nutricionales (excepto la vitamina D), pero su monotonía hace que sea poco factible seguirla a largo plazo.

Dieta cetónica: El doctor Marcelo Campos, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard sostiene que este plan alimentario «hace que el cuerpo libere cetonas en el torrente sanguíneo».

«La mayoría de las células prefieren usar el azúcar en la sangre, que proviene de los carbohidratos, como la principal fuente de energía del cuerpo. En ausencia de la circulación de azúcar, proveniente de los alimentos, en la sangre comenzamos a descomponer la grasa almacenada en moléculas llamadas cuerpos cetónicos (el proceso se llama cetosis)».

«Una vez se alcanza la cetosis, la mayoría de las células utilizarán cuerpos cetónicos para generar energía hasta que comencemos a comer carbohidratos nuevamente. El cambio, de usar la glucosa circulante a pasar a la descomposición de la grasa almacenada como fuente de energía, generalmente ocurre durante dos o cuatro días de comer menos de 20 a 50 gramos de carbohidratos por día«, señala el experto.

Esta dieta incluye muchas carnes (entre ellas procesadas), huevos, salchichas, quesos, pescado, nueces, aceites, semillas y verduras fibrosas.

Dado que es muy restrictiva, es difícil de seguir a largo plazo.

«Una de las principales críticas de esta dieta es que muchas personas tienden a comer demasiada proteína y grasas de mala calidad de los alimentos procesados, con muy pocas frutas y verduras«, explica el médico.

Según Campos, las personas con enfermedades renales deben ser muy cuidadas porque esta dieta podría empeorar su condición.

Al principio algunos pacientes pueden sentirse un poco cansados, mientras que otros pueden tener mal aliento, náuseas, vómitos, estreñimiento y problemas de sueño.

Dieta líquida de 24 horas: es propuesta por la nutricionista americana Ann Louise Gittleman. Consiste en tomar durante un día sólo dos tipos de jugos.

El jugo de limón, que debe ser hecho con 1 vaso de agua 1 una cuchara de limón.

Por otra parte, el jugo desintoxicante lleva: 210 ml de jugo de uva integral, 200 ml de jugo de ananá, 7 vasos de agua, ½ cuchara pequeña de jengibre, ½ vaso de jugo de naranja y ½ cuchara pequeña de canela.

La especialista recomienda alternar la ingesta de estos jugos cada una hora, advierte que lo que se pierden son líquidos, no grasas debido al acotado tiempo que lleva y que luego, es necesario continuar con un plan alimentario bajo en calorías.

¿Cuál elegir?

La dieta líquida de 24 horas puede hacerse para preparar al organismo. Durante un día, sólo pueden beberse jugos de limón y el desintoxicante.

Luego, la dieta cetónica o proteica es una de las más efectivas. Aporta mayor saciedad y esto la hace más sostenible que el resto de las dietas pero es importante moderar el consumo de alimentos altos en grasas para que el descenso de peso sea efectivo.

A continuación un ejemplo del plan de dieta:

Día 1: Dieta desintoxicante.

Día 2, 3, 4, 5, 6 y 7 dieta proteica.

Qué comer en la dieta proteica: Carnes magras (pollo, pescado, carne roja),  huevos y claras de huevo, lácteos descremados (quesos, leche, yogur, ricota magra), gelatina light, helados sin azúcar con moderación, nueces y semillas (con moderación), verduras fibrosas (poca cantidad). Infusiones sin azúcar a elección. Consumir mucha agua.

Ejemplo:

Desayuno

1 huevo y 2 claras revueltas con queso descremado. Gelatina light.

 

Media mañana

1 yogur descremado

 

Almuerzo

Carne a elección (pollo, pescado o carne roja) con ½ tomate.

Gel light

 

Tarde

1 helado sin azúcar  o 2 nueces.

 

Cena

Carne a elección con 2 claras de huevos revueltas con queso.

Gel light.

 

Observaciones: Al ser una dieta de proteínas los alimentos que pueden consumirse libremente son las carnes y huevos principalmente. Luego, lácteos. Con respecto a los huevos, es recomendable moderar el consumo de yemas, no más de una al día preferentemente.

En lo que respecta al queso, tampoco es recomendable abusar de su consumo. Los helados sin azúcar y las nueces también tienen que consumirse con moderación si lo que se espera es que la dieta funcione. La gelatina light tiene vía libre al igual que las infusiones.

Cabe destacar que el plan sugerido es de emergencia para aquellas personas que quieran deshacerse de forma rápida de algunos “kilitos de más”. De todas formas, lo más efectivo y sostenible en el tiempo es llevar una alimentación equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos. La realización de actividad física es el otro pilar que no puede dejarse a un lado para lograr así un peso saludable y cómodo.

Por último, la recomendación clave es siempre consultar con un médico o especialista antes de embarcarse en una dieta porque hay muchos factores importantes que deben considerarse para la salud y bienestar.