En la localidad de Bir al Abed, una ciudad ubicada al norte del Sinaí, Egipto se produjo un brutal ataque a los asistentes a una misa. Un grupo terrorista detonó una bomba en la puerta del lugar y luego disparó con armas de fuego ante la multitud que intentaba escapar del lugar. El saldo es de 184 personas fallecidas y más de 120 heridos.
El hecho ocurrió en la mezquita de Al Rauda. Se decretó el estado de emergencia en los hospitales y sanatorios cercanos al lugar y se desplazaron decenas de ambulancias con las víctimas del ataque, pero como no daba abasto para cubrir la demanda, muchos fueron trasladados en los vehículos de la gente que se acercó ayudar. Como los centros médicos están colapsados, se evalúa enviar las víctimas a hospitales de otras provincias.
Tras el ataque terrorista, el estado egipcio decretó tres días de luto como una señal de respeto a las 184 personas fallecidas. Abdelfatah al Sisi, el presidente de Egipto y ex jefe del ejército, convocó a otros dirigentes una reunión de urgencia para hablar de la situación.
Según explica la prensa local, el ataque se perpetró a manos de la sucursal egipcia del Estado Islámico (conocido como «Willayat Sinai«) porque algunos de los fieles concentrados en la mezquita eran sufíes, una corriente del islam a la que los yihadistas acusan de «renunciar a sus creencias religiosas».
