El teatro Microsoft en el corazón de Los Ángeles se erigió este domingo como escenario para la entrega de los premios Emmy 2017, la gala que distingue las producciones televisivas estadounidenses más importantes del año. La ceremonia tuvo como anfitrión al actor cómico Stephen Colbert, y transcurrió entre duras críticas al gobierno de Donald Trump y algunas sorpresas.
La principal ganadora fue «The Handamid’s Tale» como serie dramática, la categoría de mayor expectativa a escala mundial. Además, la protagonista del programa, Elisabeth Moss, resultó premiada como mejor actriz dramática, mientras que Sterling Brown se alzó con el galardón a mejor actor por su papel en «The Crown».
«Veep» se posicionó como la mejor comedia; mientras que «Big little Lies» triunfó como miniserie al igual que Nicol Kidman que fue la elegida como la intérprete destacada en esa terna. Por su parte, «Stranger Things» se fue con las manos vacías.
La 69° edición contó con una impetuosa carga política que se reflejó no sólo en algunos discursos de los ganadores sino además en la puesta en escena de la ceremonia. En ese sentido, el sketch que protagonizó Kolbert para dar inicio a la ceremonia junto a otras celebridades marcó los matices de una noche nada amigable para el presidente yanqui.
Pero eso fue sólo el comienzo: el asombro de los presentes-y de los espectadores- se centró sin dudas en la figura de Sean Spicer, ex vocero de la Casa Blanca, quien hizo su aparición en vivo y en directo. El antaño jefe de prensa de Trump se auto-parodió al presentarse tras un atril en lo que fue una referencia a sus tiempos de funcionario.
Uno de los oradores que marcó su posicionamiento en contra de la administración de Trump fue el propio Bruce Miller, creador de «The Handmaid’s Tale», «Tenemos mucho por qué luchar» expresó el guionista en relación a la realidad política estadounidense.
Por otra parte, no faltaron los chistes con respecto al mediático mandatario, quien en su momento fue nominado a los Emmy por su desempeño en el mundo de los realities. «Es culpa de ustedes», bromeò Colbert con los presentes sobre la figura del presidente que no resultó elegido en su momento.