La joven golpeada y atacada sexualmente el pasado 7 de julio de 2019 cuando salía de un bar en Avenida Pellegrini rompió el silencio y habló en televisión tras el hecho. Este jueves desde el Ministerio Público de la Acusación difundieron imágenes de lo ocurrido aquel día para que la población colabore, identifique y ayude a dar con el paradero del agresor.
Jimena contó que la pesadilla se inició cuando se puso la campera para salir. Ése es el último recuerdo que tiene de aquella noche. Su agresor la atacó tan salvajemente que la desmayó e hizo que pierda la memoria de lo ocurrido. Las imágenes de la puerta del edificio donde fue agredida fueron importantes para entender en parte lo que pasó.
«Lo próximo que recuerdo cuando salí del bar es de abrir los ojos y estar en el hospital», confesó. Y agregó: «En el video se ve que estoy en un estado… que estoy drogada. No porque yo haya consumido algo».
La víctima dijo no saber en qué momento le aplicaron la sustancia que la dejó semi inconsciente: «Creo que en el bar no, porque hay cámaras y no se ve nada. En el hospital no nos dieron los análisis toxicológicos, no voy a saber nunca qué sustancia tenía en mi cuerpo».
Los problemas no terminaron luego de que su agresor le haya propinado golpes de puño, patadas, robara y abusara de ella, también tuvo incovenientes en el hospital donde fue enviada: «Me trataron como una paciente que estaba borracha».
En ese sentido, añadió: «Llamaron a mi casa avisando que yo estaba con un coma alcohólico. Así me vino a buscar mi mamá. Llegaron ellos y me vieron con la cara desfigurada y preguntaron si me habían violado y les respondieron a mi familia que se quedaran tranquilos, que me habían revisado y estaba todo bien. Pero no existió examen ginecológico ni nada».
En diálogo con Telefé Rosario, Jimena relató cómo vive meses después a lo acontecido: «Es un dolor terrible tanto mío como de mi familia. Por eso accedimos a que se difunda esto para que encuentre a esta persona y que esto no le vuelva a pasar a otra mujer. Por los golpes que recibí tuve tres meses de recuperación, me tenían que ayudar a levantarme porque me caía, mis hermanas me ayudaban a bañarme porque no podía hacerlo. Después de lo físico vino darme cuenta de lo que me pasó».
«Todavía no puedo trabajar, eso fue el 7 de julio y estamos a 2 de enero y no pude volver a trabajar. Pero tampoco no puedo salir sola a la calle, no puedo ir a la esquina a comprar nada. Dependo de mis hermanas para todo. No se lo deseo a nadie esto que me pasó y por eso difundimos esto», señaló en tono triste.
Por último, confesó: «Siento miedo, ya no soy más la misma. No puedo manejar más, no puedo ir al río, no puedo hacer nada…».
