El cuidacoches de la cuadra de Mendoza al 1.300, pleno centro de Rosario, fue detenido nuevamente porque incumplió la restricción de acercamiento que se le había ordenado horas anteriores. La primera vez que lo arrestaron fue por una denuncia de amenazas y extorsiones. El hombre habló ante los medios de comunicación presentes, negó haber intimidado a vecinos y agregó que él le paga mil pesos por día a dos desconocidos para que lo dejen trabajar en esa cuadra.
«Mi nombre es Carlos y soy papá de 5 hijos. Hace del 2014 que cuido autos y tengo testigos que yo desde las 10 de la mañana hasta la noche se me vio lavando coches. Yo soy un poco prepotente con la gente pero jamás un extorsionador. Hay un montón de robos en la zona pero un extorsionador no tendría esta ropa rota que tengo», arrancó el trapito.
«Nunca rayé un auto y pido dinero para comprarme algo de comida y una coca. Yo sé que está prohibido pero limpio vidrio de los autos y me tengo que ir de acá, pero me quiero ir limpio. Pido plata para comprarme algo para tomar algo porque hace 40 grados y la gente te contesta mal. Por eso la calle te hace duro y respondo muy mal. Si yo fuera extorsionador no tendría ahora 500 pesos en la billetera. Necesito también darle de comer a mis hijos», continuó el hombre.
«Hace rato tengo a dos o tres tipos que me cobran mil pesos por día. Y son de la calle, no sé quiénes son. Para poder trabajar les tengo que pagar. Y yo también tengo que darles de comer a cinco pibes. A mí me conocen por lavar autos, no por extorsionar», concluyó antes de ser arrestado.
