Irán, un país donde rige de forma permanente la ley seca, se encuentra en alarma por una epidemia de intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas adulteradas. Hasta este miércoles las cifras son alarmantes: en apenas tres semanas 40 personas murieron y más de 400 se encuentran hospitalizadas.
Pero los números no terminan ahí: entre los afectados, 16 casos presentan ceguera y 170 fallo renal. Hasta el momento, la víctima fatal más joven es una chica de 19 años, aunque el 93 por ciento de las víctimas son varones, indicó El Mundo.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Salud, Iray Harirchi, aseguró que la razón de las intoxicaciones es el empleo de metanol para producir bebidas alcohólicas. Éstas -sostuvo- son posteriormente distribuidas en el mercado negro. «El metanol no puede distinguirse del alcohol por el gusto. Es una sustancia muy peligrosa que puede provocar ceguera y la muerte», explicó el funcionario.
Por su parte, el director del servicio de emergencia, Pir Hosein Kolivand, explicó que las personas con fallo renal se encuentran en tratamiento de diálisis, según indicó la agencia oficial IRNA.
El consumo de alcohol y su producción están prohibido en Irán, donde el Estado castiga con penas severas estos delitos. La actual epidemia de muertes por las bebidas alcohólicas adulteradas vuelve a colocar en el tapete la discusión sobre las fuertes restricciones al respecto.
Pese a los castigos y los peligros de intoxicaciones, muchos iraníes consumen bebidas alcohólicas de bajo precio procedentes de destilerías ilegales o de fabricación casera. Aunque también es posible que las adquieran en el mercado negro de importación, traídas de contrabando desde países vecinos y vendidas a precios elevados.
FUENTE: TN
