Un terremoto de magnitud 6,4 se produjo este lunes en la provincia turca de Hatay, en el sur del país, lo que representa la réplica más fuerte tras los devastadores sismos del 6 de febrero.
El temblor, cuyo epicentro se situó en la localidad de Defne, un distrito situado a unos quince minutos en coche de Antakya, causó pánico entre la población y levantó importantes nubes de polvo.
Desde el terremoto de magnitud 7,8 que devastó el sur de Turquía y Siria, se han registrado más de 6.000 réplicas.
Según los últimos balances de las autoridades locales, más de 45.000 personas han muerto tras el desastre natural y se espera que el número de víctimas aumente, con unos 264.000 apartamentos destruidos en Turquía y muchos desaparecidos mientras los equipos de rescate buscan señales de vida bajo los escombros.
