Habían pasado cinco minutos de las 16 cuando Critian B. ingresó al hospital Eva Perón, trasladado en un auto particular por un grupo de familiares. El hombre, de 40 años, fue ingresado de urgencia, ya que su cuadro clínico era delicado. Estaba mal herido y había perdido mucha sangre.
Cuando los médicos del centro de salud revisaron a la víctima determinaron que presentaba una herida de bala en el sector izquierdo del tórax, con orificio de entrada y salida. La situación de Cristian era crítica, por lo que decidieron operarlo.
Mientras la víctima era operada, un grupo de policías entrevistó a los familiares del herido, para saber qué era lo que le había ocurrido. Ellos le dijeron que a Cristian lo hallaron herido en el interior de su casa. Siempre según el relato de los allegado, el hombre les aseguró que le dispararon cuando se resistió a un robo en un playón que está ubicado en Blas Parera y Unión.
Este relato no le sonó convincente al fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta. El investigado ordenó a sus empleados que revisen el supuesto lugar de la agresión, pero ellos no encontraron indicios del tiroteo. Por ello decidió peritar el domicilio del baleado. Allí vecinos afirmaron la víctima estaba manipulando un arma y se le escapó un tiro.
