Se cumplió uno de los sueños de Ariel Garcé este fin de semana: debutó como técnico, pero no de fútbol sino en el Moto2, en el marco de la segunda fecha del Mundial de Motociclismo que tuvo su fecha en Argentina con el Gran Premio de Termas de Río Hondo en Santiago del Estero.
El Chino, que jugó en Central en la temporada 2006/07 y fuera ayudante de campo de Eduardo Coudet entre 2015 y 2016, se dio el gran gusto cambiando la pelota por los motores, su otra pasión. De hecho, en una de sus etapas como futbolista de Colón usó la camiseta número 46 en honor al italiano Valentino Rossi.
Quien fue parte de la lista de la selección argentina en el Mundial Sudáfrica 2010, brindó una entrevista al diario local El Liberal y afirmó: “Siempre venía a ver, me gustan las motos, con mis amigos vamos a andar. En el 2015 vine a ver, vine un par de veces, pero el lugar que ocupo ahora no existe. No hay entrada posible ni plata que lo pague. Al margen de eso, de estar en un lugar privilegiado, tengo un trabajo que hacer: verificar algunas cosas que ya están chequeadas anteriormente, es simplemente supervisar”.
«Nunca había visto a los pilotos de cerca y ahora estamos al lado, verificamos sus motos, vemos cómo se preparan para la carrera, escuchamos comentarios y estamos en este ambiente», continuó Garcé y agregó: «Arranqué el primer día a verificar todas las motos del MotoGP antes de que larguen el jueves y ahora tuve que acompañar a otro chico a hacer verificaciones en el MotoGP y mi trabajo oficial de las jornadas anteriores fue escanear los neumáticos de las motos de Moto2».
Al respecto de porqué tomó la decisión de cambiar de deporte, el ex defensor surgido en River explicó: “Hoy las motos me apasionan más que el fútbol porque lo conozco mucho menos. Del fútbol conozco las buenas, las malas, las medias, todas. En las moto solo conozco la parte linda, hago lo que me gusta. Pero es cierto que el fútbol fue gran parte de mi vida”.
