Durante el discurso del presidente Alberto Fernández, en el marco de la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, se vivió un momento de tensión cuando el jefe de Estado le respondió al diputado de la oposición, Fernando Iglesias.
«Tuvo cuatro años para hablar, ¿por qué no me deja a mí?», expresó el mandatario enojado con la actitud del legislador de Juntos por el Cambio. La situación hizo que la vicepresidenta Cristina Kirchner calmara al presidente con un suave gesto con la mano.
Todo continuó con risas, aplausos y murmullos, en una acalorada jornada en el Congreso.