La terminal de ómnibus Mariano Moreno lleva casi ocho meses con un funcionamiento reducido a unos pocos comercios establecidos dentro del edificio. Tras el regreso de los vuelos de cabotaje, se esperaba que los colectivos de larga distancia también iban a poder retomar sus viajes, al menos en lo que respecta a algunos trayectos, aunque aún no hay una fecha concreta para la reapertura. “Se ve falta de voluntad y decisión política”, aseguró Martín Garbuglia, presidente de la Asociación de Amigos de la Terminal.
“La situación es bastante preocupante, desde el 19 de marzo estamos en una situación de inactividad absoluta, a medida que fue pasando el tiempo las cosas no fueron cambiando, pese a que se fueron habilitando la mayoría de las actividades”, dijo en diálogo con CNN Radio Rosario y siguió: “Algo relacionado al transporte, pero no terrestre sino aéreo, volvió a funcionar en la provincia de Santa Fe. Vemos una cierta pereza del gobierno provincial para la toma de decisiones para que el transporte vuelva a tomar su rumbo y empezar a trabajar”.
Acerca de lo que representa para distintos rubros esta falta de actividad, Garbuglia señaló: “El transporte público es una herramienta de trabajo, no solamente hay que mirarlo como un medio de turismo. La gente lo utiliza para acercarse a sus fuentes de trabajo, para hacer trámites, para problemas familiares, entonces vemos la necesidad que esto empiece a circular. Los comerciantes, maleteros y demás personas que vinculan a la terminal, estamos ligados ciento por ciento al transporte y estamos totalmente inactivos”.
Con respecto al diálogo con autoridades para encontrar una solución, contó: “He estado reunido con el director de la Terminal, lo que nos ha dicho es que no tiene una fecha cierta sobre cuándo se va a dar una reapertura del transporte. Vemos una cierta pereza por este tema, me parece que hay que llevar a cabo una gran responsabilidad, solidaridad, concientización, para que esto funcione. El virus va a seguir estando pero tenemos que reorganizar y ser conscientes todos para que se vuelva a una normalidad, que si bien no es la normalidad total, pero necesitamos que todo siga funcionando”.
Sobre la cantidad de personas que dependen del funcionamiento de la terminal, precisó: “En la terminal de ómnibus trabajan alrededor de unas 500 familias, que dependen de su sueldo, de todo lo que está vinculado al transporte y corremos riesgo que se empiecen a perder algunas fuentes de trabajo. Estamos muy preocupados y le pedimos al gobernador y al ministro de Transporte de la provincia que nos dé una fecha cierta. Primero dijeron noviembre, después el primero de diciembre, después el 15, pero no tenemos nada certero. Además, si no hay fecha cierta de reapertura, se corre el riesgo de perder mercadería y plata en reposición”.
“Se siente falta de voluntad y decisión política para poner en marcha esto que ya debería estar funcionando. Se debería sentar por un lado el Estado como autoridad, por otro las empresas, y darle forma a esto, tratar de solucionarlo y que la gente se pueda seguir movilizando en el transporte como lo venía haciendo”, concluyó Garbuglia.
