La carrera por la intendencia de Rosario tiene a todos los competidores motivados. Cada uno cree poder quedarse con la conducción del Palacio de los Leones y para eso ya esbozan estrategias de cara al 2019. Parece ser nuevamente una elección tripartita y se prevé una paridad hasta el final. Nuevos espacios políticos se enfilan y restan definiciones en algunas candidaturas.
El Frente Progresista, Cívico y Social (FPPCyS) va a tener una interna repetida. El socialismo todavía no definió a su candidato, aunque hoy todo parece indicar que Enrique Estévez –concejal e hijo del referente histórico partidario Guillermo Estévez Boero- se va a quedar con ese galardón.
Sin embargo, no descartan una sorpresa de último momento de otro joven, extrapartidario, que cumple funciones en un área importante del gobierno provincial. Tampoco se termina de descartar a la actual intendenta y que intente ir por una tercera gestión, aunque ella repita una y otra vez que no quiere. Si las papas queman y los números no dan, creen que Fein es la indicada para competir en una contienda que se va a plebiscitar el futuro, pero sobre todo el pasado.
Por su parte, Pablo Javkin vuelve a la carga y será la interna que deberá enfrentar el Partido Socialista. Con un nuevo partido (CREO) y el apoyo del radicalismo, más otros partidos minoritarios del FPCyS, quiere recuperar su valor electoral después del golpe del 2017. Cree poder ser competitivo y confía en su fortaleza para llegar a las generales por dentro del oficialismo que supo integrar como Secretario General, cargo que ostenta actualmente Gustavo Zignago, también de su espacio.
El PRO tiene todo muy claro: Roy López Molina es el elegido. Con sus casi 200 mil votos cosechados en 2017 nadie se le anima adentro del partido y tiene todo listo para ponerse el saco de candidato. Depende demasiado de la realidad nacional al momento del sufragio del año próximo, pero cree tener un voto genuino que lo despegue de la economía y las políticas nacionales. Es el gran favorito para quedarse con la Municipalidad.
Sin embargo, en los últimos días surgió una posibilidad de interna, necesaria para potenciar a cualquier candidato. Jorge Boasso quiere ser parte de Cambiemos y ahora con el aval de José Corral, posible candidato a gobernador por la UCR. El viejo enemigo íntimo ahora no ve con malos ojos que el ex concejal compita dentro de su espacio contra el golden boy del partido del presidente a nivel local. Y hasta se permitieron un café para limar asperezas. Final abierto.
El tercer gran espacio puede ser “Diálogos Abiertos”. Los dirigentes peronistas locales –Sukerman, Norma López y Toniolli- se juntaron con el Frente Social y Popular –Del Frade y Lepratti- , Ciudad Futura –Monteverde y Tepp- , e Igualdad y Participación –Giustiniani y Ausburguer. Fue una primera cita en la cual acercaron posiciones y tienen como lema “no permitir que Cambiemos gane Rosario”. Buscando lugares y puntos de acuerdo para avanzar y crear una fuerza distrital para poder competir entre todos en las PASO a la intendencia y cruzar sus candidatos a concejales en al misma instancia. No quieren dividir votos como lo hicieron en elecciones anteriores y todo parece indicar que el diálogo puede convertirse en una fuerza política que figure en la primera plana del 2019.
Las debilidades de unos son las fortalezas de otros y parece generar entre estos tres espacios grandes el contrapeso necesario para construir este escenario de paridad en la ciudad de Rosario. Está para cualquiera, se va a definir por detalles. Cada cual se aferra a su chance para depositar la fe en ella de conducir los hilos del Palacio de los Leones desde el 10 de diciembre del 2019.
