El terremoto que afectó a Turquía y Siria este lunes ya superó los 16.000 muertos. Los esfuerzos de rescate continúan en el territorio y se reportaron casos de sobrevivientes que se mantuvieron con vida bajo los escombros.
En cuanto a la nación turca, el gobierno plantea serias dificultades para llevar a cabo las elecciones previstas para el 14 de mayo. La catástrofe está a punto de igualar en saldo de víctimas fatales al episodio más letal de este estilo en el país europeo. En 1999, un temblor de proporciones similares se llevó la vida de 17.000 personas.
Raed Saleh, jefe de servicio de rescate en una de las zonas que sufrió mayores inconvenientes, detalló: «Se espera que el número de muertos y heridos aumente mucho más, ya que muchas familias siguen bajo los edificios derrumbados». Además, dejó claro que «todavía no llegó ninguna ayuda» y que siguen aguardando.
Otra de las consecuencias que surgió en base al terremoto es el hecho de que miles de personas continúan durmiendo en sus vehículos debido a la destrucción masiva de casas y edificios. Otros ciudadanos fueron en busca de refugio temporal y comida a otras zonas en marco de un invierno que azota con bajas temperaturas. Además, desde los lugares afectados confirmaron que hay gente que espera junto a montones de escombros donde familiares y amigos podrían yacer aún enterrados.
