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miercoles 24 de abril del 2024

Terapia sexual, qué es y a quiénes apunta

Por Silvana Savoini, sexóloga.

La Terapia Sexual es una de las principales herramientas de la Sexología Clínica. Es un conjunto de estrategias terapéuticas orientadas a facilitar el bienestar en relación a la vida sexual, particularmente para quienes experimentan un padecimiento al respecto, es decir, para quienes padecen una disfunción sexual.

Los Sexólogos Clínicos son profesionales de la salud (psicólogos o médicos) que han realizado además una formación para especializarse en Sexología, por lo cual han desarrollado sólidos conocimientos sobre Sexualidad Humana, en sus dimensiones psicológicas, biológicas y socioculturales, que le permiten conocer la génesis de los problemas sexuales y sus tratamientos posibles. El abordaje suele ser interdisciplinario en función de la etiología (causas) de las disfunciones.

¿En qué consiste?

  • Entrevista en la cual se analiza la situación planteada como motivo de consulta para arribar a un diagnóstico que permita desarrollar una estrategia terapéutica, en caso de que así lo amerite. Muchas veces, la problemática se resuelve en una sola consulta ofreciendo información suficiente para aclarar las inquietudes del consultante.
  • Implementación de estrategias terapéuticas, de manera consensuada con el/los consultantes (si la persona está en pareja es recomendable que concurran ambos). Las estrategias incluyen ejercicios para realizar de forma individual y en pareja. También cabe recomendar las derivaciones pertinentes (ginecología, andrología, urología, psicoterapia, terapia de pareja, psiquiatría, endocrinología, etc.)

A partir de Masters y Johnson (1970), la Terapia Sexual adoptó un enfoque cognitivo conductual, los principios que rigen el trabajo del Terapeuta Sexual son:

  • Se parte de la premisa de que el problema es de ambos integrantes de la pareja. Las disfunciones sexuales se presentan en el contexto de una relación, por lo cual el abordaje es con ambos integrantes de la pareja, aun cuando el síntoma se manifieste en uno de ellos.
  • Los problemas sexuales en general son consecuencia de aprendizajes inadecuados.
  • Una parte importante de la terapia consiste en brindar educación e información sexual a la pareja, especialmente en relación a las ansiedades que genera la expectativa de desempeño, el excesivo afán de complacer a la pareja y el miedo al fracaso.
  • La comunicación es un aspecto fundamental para el disfrute del encuentro sexual.
  • El enfoque conductual implica la asignación de tareas progresivas para realizar en casa, y la prescripción de pautas de comportamiento.

Algunos de los ejercicios más indicados en Terapia Sexual, tienen como objetivo correr el eje de la genitalidad y recuperar la dimensión placentera de la actividad sexual.

El encuentro sexual muchas veces adquiere una connotación negativa para la persona, debido a las emociones de frustración, ansiedad y miedo con las cuales se asocia la vivencia, una vez que ha comenzado a percibirse como una instancia de examen.

A nivel cognitivo, los pensamientos automáticos negativos asociados a la expectativa de desempeño (“¿voy a poder?”, “tendré una erección”, “¿esta vez lograré experimentar un orgasmo?”, etc.), cobran protagonismo durante el acto sexual tanto como en las horas previas, generando un estado de ansiedad anticipatoria que activa circuitos neuro-endócrinos cuya fisiología atenta contra la respuesta sexual que se pretende vivenciar

¿Cuándo consultar?

Se sugiere la consulta sexológica ante la aparición de signos o síntomas de Disfunción Sexual.

Entendemos la Disfunción Sexual como un trastorno sexual con etiología orgánica o psicológica, esencialmente inhibitorios, con ausencia de sensación subjetiva de placer, que pueden afectar a cualquiera de las fases de la Respuesta Sexual Humana (Deseo, Excitación, Orgasmo y Resolución), no permitiendo a la persona participar del encuentro sexual como querría hacerlo.

Considerando la complejidad psico-bio social de la Sexualidad Humana, cada situación problemática es singular en función del modo en que la persona experimenta sus vivencias, dependiendo también de los recursos subjetivos que tenga para afrontarla. Por lo tanto el abordaje terapéutico es una creación artesanal que se construye caso a caso.