En los días previos al inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, y en los posteriores al 20 de marzo las personas hacían largas filas en los supermercados por temor a un desabastecimiento de productos. Durante buena parte de la cuarentena el sector se convirtió en uno de los más beneficiados. Sin embargo, la situación comenzó a cambiar, las ventas cayeron en las últimas semanas hasta un 15 por ciento y crece la preocupación.
El presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (CASAR), Sergio López detalló el panorama: «A partir de la cuarentena, nuestro sector se fue favoreciendo por las ventas. Nuestros clientes, pensamos que por miedo a que los comercios estén cerrados o se produzca algún tipo de desabastecimiento, hicieron compras de otro nivel a lo que la venían haciendo y no nos olvidemos que venía ayuda importante con la Tarjeta Alimentar por parte del gobierno. Eso ayudó a que haya un consumo que no venía sucediendo”.
“Esta situación mejoró las ventas, pero viendo que la situación se fue normalizando y los sectores del comercio que vendían productos esenciales pudieron seguir abiertos y abastecer en forma normal al consumidor. Las ventas se fueron amesetando y en estas últimas dos semanas la caída empezó a hacerse ver: estamos hablando entre un 10 y un 15 por ciento según los productos”, continuó.
A su vez, el referente del gremio de los supermercadistas en la ciudad se refirió al hecho que varios se inclinaron hacia la comida casera y se inclinaron por comprar materia prima, siempre más barato que lo ya elaborado. “Con esto que la gente empezó a elaborar productos dentro de su domicilio, todo lo que es harina, azúcar, yerba, aceites, productos para repostería, frutas, verduras y carne, la gente empieza a trabajar mucho estos productos, no así los congelados y todos los productos que ya estaban elaborados no se están vendiendo de la misma manera”, remarcó.
Por lo tanto, López dejó en claro las alermas encendidas frente a la posibilidad concreta de regresar a un estado delicado como el del inicio de año: “Estamos preocupados porque volvemos a la situación en la que estábamos en enero y febrero, preocuparnos por la caída del consumo que vemos en forma notable. Sabemos que esto no es la realidad en el consumo”.