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jueves 25 de abril del 2024

Sueño cumplido: Candelaria Cabrera podrá jugar al fútbol en la liga de Santa Fe

Candelaria Cabrera tiene 8 años y es de Chabás. Ella juega al fútbol en Huracán de esa ciudad y es la única chica de su equipo. A mitad de año, directivos de la Liga Casildense de Fútbol le habían avisado a sus padres que se prohibía las formaciones mixtas en categorías infantiles. Pero ahora anunciaron que a partir del 2019, la menor podrá disputar los partidos junto con sus amigos en el mismo equipo.

Candelaria, la nena que quiere seguir jugando al fútbol

La Liga Casildense aprobó por mayoría absoluta los equipos de fútbol mixtos en la categoría infantiles. Es decir, Candelaria podrá jugar con sus amigos pero cuando a llegue a juveniles, dentro de tres años, deberá competir solo con mujeres. Además la federación anunció que a partir del 2019 se abrirá un departamento de fútbol femenino y Candelaria podrá fichar como jugadora.

En diálogo con TN.com.ar, su mamá, Rosana Noriega, describió la felicidad de su hija cuando se enteró de la gran noticia. «Estaba contenta, estuvo una semana riéndose. Todos sus amigos que juegan con ella estaban expectantes, querían saber si ya había alguna novedad», explicó.

El caso explotó cuando Rosana compartió su malestar en Facebook. El coordinador de fútbol infantil de Huracán le había avisado en julio que, por el reglamento vigente, Candelaria no podía seguir entrenando en un equipo mixto. Pero el escenario era desalentador: no hay ninguno femenino en donde ella vive. Iba a tener que colgar los botines.

«Sus lágrimas me duelen más que todas mis heridas, siento impotencia, bronca y mucha tristeza. No solo por mi Cande, sino por todas las Candes que vendrán seguramente con alguna historia parecida. Esta es una decisión arbitraria, no inclusiva, discriminatoria y cruel que acribilla la ilusión de una nena que soñaba con aprender a tirar una chilena», fue parte de su descargo en las redes sociales.

«Cuando esto se viralizó, muchas personas me escribieron. Los casos femeninos son todos iguales. Llega una edad en donde tienen que dejar de jugar porque no hay liga, no hay apoyo. Recién vuelven a entrenar de adolescentes y no les permiten tener el mismo ritmo constante que los varones», sostuvo Rosana a este medio.

Al ser mujer, se cortan los caminos. No hay viáticos, no hay ropa, no hay nada, cuesta mucho», agregó la mamá de esta pequeña jugadora que, después de meses de presionar a la Liga Casildense, consiguió que la escucharan y la incluyeran en la agenda.

La historia de Candelaria, que se popularizó en medios nacionales gracias a una entrevista de La Nación, tocó una fibra sensible en aquellas jugadoras profesionales que pasaron por situaciones similares. A tal punto, que muchas de ellas se contactaron a la familia y quisieron apoyarla, antes de que la liga local fallara a su favor.

Ruth Bravo, jugadora de la Selección argentina, le envió una carta de puño y letra. El texto decía: «Van a querer decirte a dónde podés ir, qué te puede gustar y con quién podés jugar. Todas estuvimos en esa cancha. Te dicen que sos muy chica, muy débil, que sos una nena. Tratan de romper tu confianza, pero la verdad es que la mayoría te tiene miedo. No de lastimarte, tienen miedo de perder contra vos, te temen porque se ven a sí mismos y ven el pasado. Pero yo te veo a vos y veo el futuro. Yo jugué esos partidos y escuché ese mismo ‘no podés jugar’ muchas veces. Pero te tengo una buena noticia: esto va a cambiar. Lo estamos cambiando, te lo prometo. Hoy me veo a mí misma y siento que estoy en un sueño».

Junto con otras atletas profesionales, muchas de ellas del combinado nacional, encabezaron la iniciativa «Nosotras con Cande». Días antes de la asamblea, hasta viajaron a Chabás para brindar una clínica de fútbol y apoyarla personalmente.

Las prácticas estuvieron a cargo de algunas de las jugadoras más destacadas del país, como Belén Potassa, Cecilia Ghigo, Abigail Chávez y Florencia Quiñones, todas futbolistas del torneo femenino de Primera División que organiza la AFA. También se sumó Aldana Cometti, reciente campeona de la Copa Libertadores defendiendo los colores del equipo colombiano Atlético Huila.

«Fue muy fuerte. Ella no tiene dimensión todavía de lo que pasó. Creo que a medida de que vaya creciendo, se va a dar cuenta. Y no se lo va a olvidar jamás», indicó Rosana a este medio.

Candelaria nunca frenó ante la mirada prejuiciosa de los demás. En la cancha, además, siempre recibió el apoyo de sus compañeros varones que saltaban a defenderla ante cualquier rival que pusiera en duda sus habilidades con la pelota. Un día que metió un gol, fueron ellos los que salieron a decirle al equipo contrario ‘acá tienen a la nena que decían que no podía jugar’. Ella no solo no contesta, sino que ni le importa. Solo quiere patear. «Nadie te puede decir que no», asegura. La capa no le hace falta.

Fuente: tn.com.ar