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jueves 25 de abril del 2024

Sin salida: paritarias trabadas

Como si fuese un callejón sin salida, así se encuentra la charla entre los sindicatos y el gobierno provincial. No hay una solución posible en una semana que comienza enmarcada por los paros y las movilizaciones. Desde el entorno de Lifschitz insisten con que las negociaciones salariales finalizaron, y puede recrudecerse el panorama si no hay una nueva instancia de diálogo.

El miércoles 4 y el jueves 5 de abril hay paro de actividades laborales para los trabajadores nucleados en ATE, Amsafé, Sadop y AMRA. Los estatales minoritarios, los docentes públicos y privados y los médicos de la provincia se plantan contra el decreto que emitió Miguel Lifschitz poniéndole fin a los pedidos de mejora de la oferta salarial. Un 16,9 %, más el 1,1 % de la cláusula gatillo, y a otra cosa. Un 7,9 % ahora y el otro 9 % en agosto, para ser “la mejor oferta salarial del país”, repitieron una y otra vez desde la Casa Gris.

“Hay que tener en cuenta que en la negociación ya partimos de una base alta, ya que los salarios docentes y estatales santafesinos son de los mejores de la Argentina”, argumentaron también por lo bajo explicando el porqué del cierre de las negociaciones. Pero lo cierto es que los gremios no se apichonan y ya salen a la calle nuevamente contra el decreto, y para pedir seguir peleando por “no perder el poder adquisitivo”.

Hay una observación realizable: el gobierno insiste con que no se cerró la paritaria, pero todos sabemos, y saquémonos las caretas, que lo único que interesa en las paritarias es el salario. Y se cierra esa discusión prácticamente se cierran las paritarias. Podrán seguir discutiendo alguna titularización más, y hasta que no se le descuenten los días de huelga, pero no mucho más.

Con este escenario es difícil pensar que se solucionarán las cosas rápido. La conflictividad irá en ascenso si no se obtiene lo que pretenden los docentes, los médicos y estatales, exceptuando a UPCN que aceptó la oferta. Pretenden una mejora integral, algún punto más en la primera cuota y que la segunda sea en el mes de julio, y que la cláusula gatillo del 2017 quede afuera de la mejora en los sueldos del 2018.

“Generaría un antecedente gravísimo a futuro que nos metan en el combo el 1,1 % del año pasado. Si este año la cláusula gatillo es del 6%, lo cual es factible, ¿nos lo van a vender en el aumento del 2019?”, comentan en off y en on desde los gremios.

Se espera un golpe de timón por parte de Lifschitz para poder llegar a una solución. El tema es no salir debilitado políticamente, y para eso la firmeza ante su posición es fundamental. Por eso hablamos de que hay un callejón sin salida, y para eso alguien tiene que ceder y retrotraer las cosas a las horas previas en que se decidió cerrar la discusión salarial por decreto.