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jueves 25 de abril del 2024

Sin margen y a la deriva

Era evidente que en algún momento las pésimas decisiones y el compendio de errores cometidos en el plano institucional iban a tener una incidencia directa en los resultados deportivos. El presente es producto y consecuencia de las malas resoluciones que se tomaron en el pasado.

Para analizar y comprender por qué Newell´s llegó a este punto, para muchos crítico, previamente hay que contextualizar:

1. El equipo arrastra dos derrotas consecutivas, jugando mal y repitiendo errores. La sumatoria de puntos en Superliga y el porcentaje de efectividad preocupan y obligan a replantear medidas y condiciones: Newell´s ganó en cancha tan solo 16 puntos sobre 45 y si se suma la derrota de Copa Argentina, perdió la mitad de los partidos oficiales que jugó en la temporada.

2. Llop es uno de los responsables de esta situación. Al margen de los atenuantes o las excusas que se puedan elaborar, los errores del DT están a la vista. Cuando hay escasos recursos y poco margen, la función del entrenador adquiere una mayor importancia.

Desde ese lugar, se pueden maquillar o corregir las falencias técnicas o físicas de un plantel sin jerarquía. Sin embargo, las decisiones de Llop provocaron el efecto inverso. Errores al momento de plantear o preparar un partido, cambios incomprensibles o la permanencia de jugadores que nunca demostraron estar a la altura de la situación y se transformaron en caprichos del DT.

3. El técnico parece inmerso en una realidad paralela. Se muestra conforme y optimista ante los medios y los hinchas, cuando el equipo juega cada vez peor. La escasa banca que recibe responde a su pasado como futbolista en el club, es decir que los pocos que lo defienden esgrimen su condición de ídolo o directamente aducen que «está haciendo lo que se puede con lo que hay». Argumento liso y chato, pero que alcanza para que Llop quede firme en su cargo.

Ya confirmó en reiteradas ocasiones que no va a renunciar y que en los próximos dos partidos se juega mucho. «Me siento bárbaro y el grupo me responde», dijo post derrota con Colón. La paciencia de los hinchas que se consume cada vez más rápido a partir de la ausencia de referentes y las flojas producciones futbolísticas, también se ve afectada por el discurso insólito e inexplicable del entrenador.

4. Sin embargo, la situación de Newell´s es diferente al resto de los equipos que no consiguen resultados positivos (algo muy usual en todo deporte), por el marco institucional en el que todo se desarrolla.

No es normal que el club esté intervenido judicialmente, que tenga que rendir cuentas y esperar aprobaciones, que haya «regalado» jugadores juveniles ante las urgencias económicas o que sus dirigentes haya protagonizado una amplia y variada gama de papelones en los últimos meses.

Newell´s está a la deriva. Con un técnico que parece haber entregado todo de sí (y no alcanzó), un equipo sin jerarquía ni variantes y una comisión directiva desunida y sin espalda para tomar cualquier decisión.
Y esto último es lo más importante. No siempre los refuerzos van a responder o un entrenador podrá trasladar a resultados o funcionamiento todo lo que dice saber, sin embargo, cuando la cabeza del club está infectada todo se agrava.

En este momento, ni Bermudez ni ningún otro dirigente tienen respaldo o consenso para tomar una determinación. Con los actores enfrentados luego de ventilar diferencias, la comisión consumió de forma rápida y peligrosa la banca conseguida hace tan solo un año y medio atrás en las urnas. Hoy no tiene espalda, ni económica, política, moral o popular. En este sentido es tan grave el presente rojinegro, ya que nadie está en condiciones de reclamar o exigir nada. Todos van a tener excusas para defender «lo propio», para «cuidar la quintita», mientras que el bien común, el supuesto amor por el club, termina quedando relegado y pisoteado.

Las expresiones de indiferencia o desidia que fueron adoptando varios de los protagonistas de esta historia, provoca aún más la sensación de crisis o caos. A los constantes problemas financieros o institucionales, ahora asoman con fuerza las complicaciones deportivas.

Sin embargo, todavía «el mal» de Newell´s no es tan grande como podría llegar a ser. Siempre se puede estar peor, pero no hay que tentar al destino. Si bien la preocupación de los hinchas es legítima y valedera, los números entregan un poco más de calma. La situación puede ser apremiante en varios aspectos, pero la «calculadora de los promedios» brinda margen de acción. Por eso mismo no se deben demorar ni dilatar las decisiones. Ahora Newell´s tiene tiempo para reaccionar y recuperarse, se puede contener y frenar este mal momento. Pero para eso, hay que dejar de lado los intereses personales, enterrar los egos y las diferencias y hacer por primera vez en mucho tiempo lo que el club necesita.