Algo poco inusual ocurrió en la República de Daguestán, ubicado al suroeste de Rusia. Una madre de 42 años dio a luz a su quinta hija pero la bebé pesó nada más ni nada menos que 6,3 kilos, duplicando el peso promedio de un recién nacido. El parto fue de forma natural, la mujer no necesitó de intervención quirúrgica ni instrumental y tampoco se utilizó anestesia epidural y analgésicos.
Los bebés grandes, que cuadno cuando pesan más de cuatro kilos se considera que padecen macrosomia, corren el riesgo de padecer distocia de hombro, roturas de clavícula o brazos, producidos por su paso por un canal de parto demasiado estrecho para ellos. También suelen presentar bajadas del nivel de azúcar, alteraciones en el corazón o malformaciones.
Pese a todo, el recién nacido no sufrió ninguno de esos daños. Sólo presentó algunos problemas a nivel auditivo, por el cual le realizarán estudios para descartar más complicaciones con el paso del tiempo.
Normalmente el peso promedio de un bebé al nacer es de entre 2,5 y 4,3 para los varones y entre 2,4 y 4,2 para las mujeres.
