Durante la extensa cuarentena por la pandemia del coronavirus se han perdido muchos puestos de trabajos. Al tener el país frenado durante todo este tiempo no solamente las personas que provenían de la economía informal dejaron de prestar servicios, sino también del ámbito privado por la cantidad de empresas que han dejando de tener ingresos económicos y no subsistieron.
Agustín Salvia, director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, dialogó este lunes en El Puente por Radio Mitre Rosario y se refirió al estudio que realizó la institución acerca del índice de pobreza que atraviesa el país.
«Nosotros hemos hecho un trabajo en el que la pobreza nos marcó cerca del 45 por ciento de pobreza en Argentina, más allá de una ayuda económica por parte del Estado hubo una parálisis del sector formal como las industrias y demás trabajos esenciales que derivaron un fuerte desempleo con una tasa de 10,4 por ciento, según los datos oficiales, esto hace incremento del 50 por ciento que ronda el millón de personas desocupadas», explicó el trabajador de la UCA.
Con respecto a las distintas situaciones que le tocó vivir a cada trabajador en todo este tiempo, Salvia agregó: «Algunos desistieron de seguir buscando empleo, como el 30 por ciento de la totalidad que aspiraron ocupar un puesto en la economía formal, en la que pagaban todos los meses impuestos y obras sociales, del sector privado durante el primer cuatrimestre de la pandemia».
Cuando fue consultado por si en el corto plazo «Es cierto que hay un rebote, pero no va a ser igual que antes. Esto nos va a dejar en una situación peor de lo que había pasado en diciembre del año pasado. La parte de la clase media que siguieron cobrando y los rubros como el turismo el comercio general van a seguir subsistiendo pero la pobreza va a aumentar en tanto se extienda la cuarentena durante el segundo semestre».
Y concluyó: Para que se vuelvan a crear 900 mil nuevos empleos formales necesitás mucho tiempo porque debés pasar por un proceso de reactivación económica. Allí se juntan los desocupados de la economía formal e informal, algo que no ha sucedido en toda la historia».
