Un 5 de marzo pero de 1988, más precisamente a las 8.30, se producía la trágica muerte de Alberto Olmedo, el reconcoido humorista rosarino que tenía 54 años cuando cayó de un balcón del piso 11 del Maral 39, un edificio de Mar del Plata, en medio de las últimas semanas de la temporada estival.
Por aquel entonces, el Negro estaba en la cumbre de su popularidad y no había forma de imaginar un desenlace más inesperado para su vida. La noche anterior se encontró en aquel hotel con Nancy Herrera, su gran amor, de quien se separó un año antes. Se rumoreaba que se reunieron para darle pie a una reconciliación que se esperaba fuera definitiva.
Cuando Olmedo llegó al departamento, ella lo estaba esperando y le había dejado mensaje en el espejo que decía «te amo». Todo iba bien hasta que de repente, el capocómico se vio montado en la baranda del balcón con una pierna de cada lado, al grito de: «¡Me caigo, mamita, me caigo! ¡Agarráme la pierna! ¡Agarráme la pierna!».
De acuerdo a lo que se conoció de lo que pasó en aquella mañana del 5 de marzo del 88, la mujer trató de ayudarlo: «¡Yo te agarro, papito, te agarro! ¡Pero no puedo, no puedo, no puedo!», le gritaba Nancy, pero mucho no podía hacer, por lo que no logró evitar la desgracia que enlutó a todo un país.
Los vecinos del piso 12 fueron testigos del hecho y eso fue lo que declararon a la Policía. El juez determinó que fue un accidente. Olmedo cayó en el jardín del edificio y su cuerpo rebotó hacia la vereda.
