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miercoles 24 de abril del 2024

Sarro: el enemigo de una sonrisa atractiva

Especialistas en odontología defínen al sarro como la acumulación de alimentos y residuos en el “límite” entre las encías y la parte de atrás de las piezas dentarias que son rugosas.

Esas manchas o costras que se acumulan detrás de los dientes están formadas por alimentos y sales minerales de la saliva.

La superficie rugosa de las piezas se convierten en el hábitat perfecto para estas partículas y desechos. De esta manera se repite un ciclo de formación y acumulación de sarro.

Es fácil advertir su presencia, ya que es de color amarillo y de aspecto rugoso al tacto. Es bueno saber que, más allá de un problema estético, el sarro interactúa con ciertos alimentos, desprende un ácido y produce caries.

Si no se elimina a través de cepillado diario y el hilo dental, la placa puede acumularse, y las bacterias asociadas pueden infectar no sólo las encías y los dientes, sino también el tejido de las encías y el hueso que soporta los dientes.

Mucho de lo que comemos y bebemos permanece en la boca tiempo después de que hayamos terminado. Las bacterias en la boca prosperan en muchos de estos alimentos – es decir, los azúcares y los hidratos de carbono – y producen ácidos que pueden atacar la superficie del diente.

El consumo de café, infusiones o té así como también fumar o beber alcohol ocasionan manchas en los dientes y fomentan la aparición de sarro. Lo mismo sucede cuando no nos cepillamos como corresponde.

Un tercer motivo es la predisposición genética.

La técnica más eficaz para eliminar el sarro crónico es hacer una visita al dentista para que realice una limpieza profunda.

El dentista quita la placa por medio de un método de limpieza profunda llamado raspado y alisado de las raíces. El raspado consiste en remover el sarro que se ha depositado por encima y por debajo de la línea de las encías. El alisado de la raíz elimina las áreas ásperas que pueda tener la raíz del diente donde se acumulan los gérmenes. Esto ayuda a quitar las bacterias que favorecen la enfermedad.

Medidas de prevención:

  • Cepillarse minuciosamente al menos dos veces al día durante 2 minutos para eliminar completamente la placa de todas las superficies de los dientes.
  • Usar el hilo dental diariamente para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la línea de las encías, donde el cepillo de dientes no alcanza.
  • Limitar alimentos con azúcar, ricos en almidón, aperitivos especialmente pegajosos.
  • Programar al menos dos visitas regulares al dentista para limpiezas profesionales y exámenes dentales cada año.
  • El cepillado correcto, sobre todo con una crema dental control de tártaro y el hilo dental son necesarios para reducir el sarro.