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viernes 29 de marzo del 2024

Salta 2141: un tenso momento y filosos silencios reabrieron las heridas previo al inicio del juicio

Las emociones se apoderaron en la víspera del inicio del juicio por la tragedia de Salta 2141. La fachada del enorme Centro de Justicia Penal en la calle Mitre al 2800, estaba totalmente embanderada con frases, recuerdos y memorias por las 22 almas que ya no están.

En un clima de mucha calma y tranquilidad un puñado de familiares de víctimas, entre ellos los Gianángelo, que son los únicos querellantes en la causa contra los 11 imputados, fueron los primeros en llegar junto con diferentes periodistas que se apostaban para realizar la cobertura del juicio.

Esta vez, a diferencia de hace casi 6 años atrás, había muy pocas personas acompañando y ayudando. Entre nota y nota que les hacían a los abogados, madres, padres, hermanos de las víctimas, el clima se iba enrareciendo y tensionando al punto de que se podía cortar con un cuchillo.

Emociones a flor de piel

En cada respuesta a las preguntas de los periodistas implicaba recordar, embroncarse, indignarse, volver a enojarse. El volcán de sentimientos finalmente comenzó a erupcionar cuando Marcela Nisoria, viuda de Hugo Montefusco, se envalentonó contra una movilera por lo que estaban comentando en el programa para el cual trabaja.

¿El motivo? El hecho de que solamente la familia Gianángelo de las 22 en total sea querellante en el juicio, mantiene abierta una suerte de grieta. Los familiares que realizaron “desistimientos voluntarios” llegaron a un acuerdo con la aseguradora de Litoral Gas bajo amenaza de que el sistema judicial no garantiza que no vayan a perder lo que tienen. “Encima de que perdimos lo irrecuperable, que son nuestros seres queridos, nos enfrentamos a la posibilidad de que nos hagan una acción civil y respondamos con nuestro patrimonio”, explicó Nisoria.

“Llevar adelante un juicio no es para cualquiera, porque necesitás mucho dinero, tiempo, energía e, incluso, está la posibilidad de que lo pierdas y que tengas que pagar vos con todo lo que tenés”, confió a este cronista una persona muy allegada a los familiares.

“El acuerdo económico representaba que la aseguradora absuelva de culpa a los que mataron a mi hermana y desistir de la acción penal. La verdad es que pensamos que esto no puede quedar en el olvido, no puede quedar como un caso más de impunidad”, explicó el querellante Adrián Gianángelo, hermano de Débora.

Pese a que la sociedad civil pueda emitir sus opiniones, la realidad es que las 22 familias en su conjunto se unieron para crear la Asociación Salta 2141 “Memoria y Justicia”, la cual se materializará próximamente en la denominada “zona cero” de la tragedia, es decir, en calle Salta 2141 donde instalarán un espacio con un sum para generar charlas y debate para generar consciencia por lo sucedido.

130 y 60

Son 130 testigos los que pasarán por el juicio que durará unos 60 días y que cuenta con un total de 11 personas procesadas por estrago culposo, que llegan en libertad.

El tribunal está formado por los jueces Marcela Canavesio, Rodolfo Zvala y Juan Carlos Leiva. La fiscal Graciela Argüelles es quien lleva adelante la investigación desde el viejo sistema judicial penal, y continúa junto a Valeria Piazza Iglesias en el nuevo sistema.

El proceso se llevará adelante en el Centro de Justicia Penal y las audiencias tendrán lugar los días: lunes, miércoles y jueves.

Los imputados son Carlos Osvaldo García, el gasista que manipuló el regulador de gas minutos antes de la explosión; Pablo Daniel Miño, ayudante del gasista; Bolaño, Guillermo Oller y Luis Curaba, inspectores de Litoral Gas, y Claudio Tonucci, jefe de mantenimiento de redes de la empresa.

También son acusados Viviana Beatriz Leegstra, gerenta técnica de Litoral Gas, Carlos Repuppili, Mariela Calvillo y Norma Bernarda Bauer, administradores del consorcio del edificio, y Allala, quien hizo tareas de reparación en el sistema de gas días antes de la explosión.