Las alarmas de las autoridades provinciales se encendieron en los últimos días en torno al cumplimiento de las medidas sanitarias de los bares y restaurantes, fundamentalmente con la clausura de nueve establecimientos rosarinos que tuvo lugar el pasado fin de semana. Por lo tanto, desde el Ministerio de Trabajo de Santa Fe anunciaron que reforzarán las inspecciones en los locales gastronómicos, ya que notaron «un cierto relajamiento en las medidas de prevención» exigidas para funcionar.
Hasta el momento, se fiscalizaron más de un centenar de locales gastronómicos en las ciudades de Rosario y Santa Fe, y se prevé un incremento en los operativos de control a los protocolos de higiene y seguridad por la pandemia. Esta tarea será articulada con los municipios y comunas, ya que uno de los principales problemas está vinculado a la cantidad de personas permitidas dentro de cada establecimiento.
“En general hemos notado que se cumplen con las medidas de higiene como la utilización de tapabocas y máscaras por parte de los empleados, y la desinfección frecuente después de atender a cada cliente. Pero hemos registrado cierto relajamiento en las medidas de prevención y nos preocupa el factor ocupacional, sobre todo los fines de semana por la noche”, afirmó el ministro de Trabajo provincial, Roberto Sukerman.
Tras las clausuras, respondieron los gastronómicos
Desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (AEHGAR) emitieron un comunicado oficial en el cual se manifestaron en contra de la medida. Exigen que se extienda el horario de cierre de los establecimientos de las 23 a las 00. A su vez, denunciaron que varios de los clientes «identificados por la aplicación de las medidas de trazabilidad con domicilio o teléfono fuera del gran Rosario», por lo que solicitaron «que se extremen los controles para que esto no suceda». También cuestionaron que en muchos casos la clausura fue por un «incumplimiento de 5 a 10 minutos en el horario de cierre».
