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viernes 26 de abril del 2024

La inesperada revelación de Rafael Bielsa sobre el día que su hermano prometió cortarse los dedos para ganarle a Central

El Loco aseguró en su momento que estaba dispuesto a la macabra promesa con tal de vencer al Canalla en el Clásico rosarino

Corría el año 1990 y estaba por disputarse una edición más del clásico de la ciudad de Rosario. Newell’s estaba concentrado bajo la tutela del joven y llamativo Marcelo Bielsa, que daba sus primeros pasos en el fútbol profesional como director técnico. De repente una macabra idea se le cruzó al propio Loco, apodo que adquirió probablemente por salidas como ésta y, este miércoles, su hermano Rafael brindó detalles al respecto de dicha anécdota.

«¿Si le creí a mi hermano cuando dijo que se cortaría un dedo por ganarle a Central? Totalmente. Eran las 3 de la tarde del domingo y no se sabía si se iba a jugar el partido porque llovía (finalmente se jugó el lunes a la noche). Marcelo estaba en una habitación del Liceo Náutico de Funes (lugar de concentración de la Lepra), a oscuras, con las cortinas corridas. Daba miedo», reveló el ex canciller en diálogo Planeta 947 (Buenos Aires) familiar del actual DT del Leeds United inglés.

Y completó: «Empezamos a hablar de un amigo que teníamos, el Cali. Se había ido a Estados Unidos después de hacer una martingala, se hacía cortar un dedo o una falanta para cobrar un seguro. Cuando mencionamos el tema se produjo el silencio y ahí surgió su reflexión sobre cortarse el dedo para ganar el clásico». Años más tarde la anécdota fue reproducida por Fernando Gamboa, a quien el Loco también le compartió esa posibilidad antes del encuentro que la Lepra ganaría 4-3.

Además, el abogado y político argumentó por qué el ex entrenador de la Selección Argentina prefiere la ropa cómoda: «Mi hermano era un tipo con una pinta bárbara, parecía actor de cine. Hay hombres y mujeres que tienen una belleza natural y reaccionan de manera desdeñosa respecto de su aspecto, como si consideraran que no se lo ganaron y por eso no le dan importancia. Del desdeño por la belleza física a la comodidad hay un paso y no hay cosa más cómoda que pegarse un baño, ponerse un jogging, una remera y un par de zapatillas. Eso se transformó en un hábito para él».