Tras la resolución del juez Fabián Bellizia el pasado jueves donde, en caráter de medida cautelar y por el plazo de seis meses, ordenó el desplazamiento de las funciones a los tesoreros Alberto Sauro y Carlos Cantarelli, generó un mundo convulsionado a nivel institucional en el Parque Independencia.
El magistrado del concurso de Newell’s alegó que ingresó al club una suma de dinero sin bancarizar y sin un documento respaldatorio (mutuos), de acuerdo al último mercado de pases de julio para la temporada 2017-2018. Además, en el redactado especifica que se han emitido alrededor de 150 cheques sin sus valores correspondientes. Estos fueron los argumentos esgrimidos por Bellizia para tomar una decisión que, seguramente, no será discutida por los dirigentes leprosos.
Los mismos miembros de comisión directiva no se han expedido de manera público y han guardado silencio en las últimas 72 horas. A partir de ahora, queda en manos de la propia cúpula dirigencial anunciar a los nuevos integrantes que se ocuparán de la economía del club e informar si finalmente aceptarán o no la renuncia que pusieron a disposición los actuales tesoreros.
Además, en todo esto también tiene que ver el hecho de perjudicar al propio Newell’s dejándolo acéfalo, ya que serían siete las personas renunciantes en menos de dos años de gestión. Y en caso de hacerse efectiva las salidas de ambos tesoreros, quedarían al límite (8 de 15). Esto podría generar otro daño democrático a la entidad y muy difícil de remendar.
