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martes 23 de abril del 2024

Profundo dolor por el crimen de Joaquín: «Era una bellísima persona, pero no importa, es un número más»

Tras la muerte de un muchacho de 34 años, a quien balearon para robarle el auto, vecinos del lugar manifestaron su indignación: "Somos todos rehenes de la corrupción".

Un nuevo crimen conmociona la ciudad, en este caso el asesinato a balazos de Joaquín Fernando Pérez, un hombre de 34 años a quien mataron de tres disparos para robarle el auto en Arroyito, en la zona norte de la ciudad. «Era una bellísima persona, pero no importa, es un número más», relató indignada una vecina del lugar.

Ocurrió alrededor de las 23.30 en Juan B. Justo al 1700 cuando la víctima estaba por guardar su auto, un Renault Clio gris, en la casa y fue abordado por sujetos que intentan reducirlo para robarle el rodado, como opuso resistencia, le ejecutaron varios disparos y le sustrajeron el coche. Tras escuchar las detonaciones, su pareja salió de la vivienda y lo encontró malherido tendido en la vereda. Fue trasladado en ambulancia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, pasó directo a quirófano y falleció a las 0.20 de este miércoles producto de dos impactos en el pecho y otro en la zona inguinal.

Una de las vecinas que prestó testimonio a la prensa, contó: «Escuchamos tiros, pero no sabíamos si eran motos o eran tiros. Cuando nos asomamos encontramos el cuerpo tirado de mi vecino y yo llamé a la Policía y pedí una ambulancia urgente porque este muchacho estaba agonizando. Yo no vi nada, no vi moto, nada, vi el cuerpo de mi vecino, que lo vi criar, porque puede ser mi hijo. Lo vi tirado en la vereda como un cacho de carne. No estoy bien emocionalmente porque esto es algo que se podría haber evitado, pero somos un número más, la Policía viene, no puede hacer nada, no puede levantar el cuerpo, la emergencia demora. Acá hubo dos personas que pudieron ayudar a este muchacho, le tapábamos las heridas y tratábamos de ayudar lo mejor posible. Acá no funciona nada, lo único que funciona son los delincuentes, los asesinos».

«Se crió en el barrio, era de buena familia, muy trabajador, con una señora que estudia, trabaja, con una bebé. Son familia que no se premia, somos todos rehenes de la corrupción. No lo digo por política ni por nada, soy una ciudadana que estoy cansada de pagar y que nada funcione. Somos un número más», agregó la mujer, conmocionada y cerró: «Yo hacía cinco minutos que había llegado, si no le tocaba a él me tocaba a mí. Acá en el barrio estamos al abandono, todos a la deriva. Somos una noticia más»

Otra vecina dio más detalles del hecho: «Él guarda el auto acá a la vuelta por calle Muñiz y creo que ahí intentaron robarlo, le pegaron tres tiros y llegó caminando, se ve que ya herido, hasta la puerta de la casa donde se ven las marcas de la mano y cae malherido e inconsciente. Vino una cardióloga que vive en la otra cuadra, le hizo unas maniobras de resucitación y lo sacaron del paro»

«Esto es más de lo mismo, hoy Joaquín es un número más. Era una belleza de persona, era una familia signada por la tragedia, el papá murió en un accidente de auto, la mamá murió de hantavirus, la abuela murió. Era una bellísima persona, pero eso ya no importa, que sea bueno o malo, ya es un número. No se puede seguir viviendo así. Esto es un problema tóxico de la sociedad», continuó y añadió: «No le importa a nadie que Joaquín haya muerto».