19°
sábado 04 de mayo del 2024

Por qué resulta de suma importancia saber cómo aplicar la conversión de unidades

Con el paso del tiempo se ha transformado en uno de los más grandes fracasos en la historia de la NASA y al mismo tiempo en una importante lección que aprender. Pasando a la historia no por arribar en Marte, Mars Climate Orbiter demostró que emplear un modelo estandarizado de medidas es fundamental.

Hace más de 2 décadas atrás, más precisamente en el 99’, la sonda MCO con un valor de 125 millones de dólares realizó una expedición a Marte con el objetivo de estudiar su atmósfera. La cápsula espacial se aproximó al planeta rojo en el mes de septiembre, en donde repentinamente perdió todo tipo de contacto. Las pesquisas revelaron que la sonda se había acercado al planeta a una altura inferior a lo calculado.

Lejos de avanzar a 147 km, es decir 87 millas, por encima del terreno del planeta, la información recopilada indicó que Mars cursaba una ruta que lo conduciría a solamente 57 km o 35 millas del suelo marciano.

¿Qué creen que pudo haber sucedido? En pocas palabras, el transbordador espacial se incendió en la atmósfera del planeta rojo.¿Cómo es que pudo llegar a ocurrir algo de tal magnitud? De acuerdo a las investigaciones, estas señalaron que la falla se produjo principalmente por la confusión en la conversión de millas a kilómetros o de kilómetros a millas, es decir, en la conversión de unidades.

Conforme al reporte de la NASA, en la elaboración al igual que en los programas de navegación y lanzamiento, esta se encontraba a cargo de diversas empresas. No obstante, Lockheed Astronautics de la ciudad de Denver era la principal encargada de planificar y desarrollar la sonda MCO, en tanto que Jet Propulsion Laboratory del estado de Pasadena era el responsable de sistematizar la programación de la travesía de la misma.

Infortunadamente, ambos laboratorios no operaban de la misma forma. Por su parte, el primero de estos llevó a cabo sus mediciones y proporcionó su base de datos empleando como base el Sistema Métrico anglosajón, es decir, onzas, pies, libras, millas…, en tanto que la segunda empresa utilizó el Sistema Internacional de unidades, gramos, metros, litros, y kilómetros.

Aparentemente, Lockheed Astronautics ejecutó las previsiones de manera correcta aplicando el sistema anglosajón, y luego las envió a Jet Propulsion Laboratory. Sin embargo, la información proporcionada iba sin detallar las unidades de medidas empleadas, de manera que éste aplicó los datos estadísticos recibidos pero interpretándose como unidades del Sistema Internacional -SI-.

Como consecuencia, los procesadores de la sonda espacial recabaron datos de proximidad al planeta de manera incorrecta, de modo que esta terminó por quedarse en una órbita inexacta la cual ocasionó la cuesta abajo y su completa destrucción al colisionar con la atmósfera de Marte.

Cabe destacar que no es que el único caso registrado, previamente, en el año 83’ el vuelo 143 de la empresa Air Canada quedó sin combustible en pleno vuelo a 12.500 m de altura, es decir a 41.000 pies. El motivo, se confundieron libras por kilos, cargando 22.300 libras de gasolina en lugar de los 22.300 kg necesarios. Debido a que una libra posee una masa de 0.45 kg, el aeroplano contaba con menos de la mitad de la gasolina requerida.

Claramente, este tipo de situaciones y eventualidades evidencia lo esencial de utilizar las unidades de medida de manera adecuada, al igual que realizar de forma correcta las conversiones de unidades, y principalmente operar bajo un mismo sistema métrico.