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viernes 19 de abril del 2024

¿Por qué no sirve contar calorías?

Eric Westman médico de la Universidad de Duke explica que aunque las calorías cuentan contarlas no es necesario para la salud.

El doctor afirma que las calorías importan pero que es recomendable que sea el organismo el que las regule: “Coma tanto como quiera y siempre que tenga hambre mientras se trate de los alimentos de alta calidad que el cuerpo está diseñado para digerir. Cuando lo haga, su peso de referencia bajará y sin darse cuenta, consumirá la cantidad adecuada de calorías” aconseja.

Nutricionistas de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas coinciden con esta idea y afirman que  lo importante es aprender a elegir alimentos ricos en nutrientes (vitaminas, minerales, proteínas) y preferentemente bajos en calorías. De este modo se sale del antiguo paradigma que llevaba a  seleccionar los alimentos solamente en función a las calorías que aportaban para redireccionarnos hacia un nuevo concepto que contempla al alimento en su totalidad, evaluando todos los nutrientes que lo componen.

Es decir, dos alimentos pueden tener el mismo volumen de calorías pero uno tener un aporte nutricional mucho mayor que el otro. Tal es el caso por ejemplo: de 1 plato de arroz común que tiene las mismas calorías que un plato de arroz integral, pero  nutricionalmente no aportan lo mismo, ya que el arroz integral tiene mayor contenido de fibras, vitaminas y minerales comparado al arroz común.

Por su parte, Jonathan Bailor en su libro “El mito de las calorías” explica que podemos determinar la cantidad de las calorías a partir de cuatro factores de evaluación de los alimentos: la saciedad, agresividad, nutrición y la eficiencia.

La saciedad se refiere a la velocidad a la que las calorías nos dejan satisfechos y durante cuánto tiempo. La agresividad apunta a la probabilidad de que las calorías se almacenen como grasa corporal.

La nutrición alude a los minerales, vitaminas, ácidos grasos, etc. que proporcionan las calorías y por último, la eficiencia se refiere a la facilidad con la que las calorías se transforman en grasa corporal.

“Cuanto más saciantes, no agresivas, nutritivas e ineficientes sean las calorías, mayor es su calidad. Más sanas son. Más reparan nuestras hormonas, impiden que comamos en exceso y bajan nuestro peso de referencia” sostiene Bailor.

Entonces, ¿es necesario contar calorías?

Bailor sostiene que no lo es: “es imposible calcular con precisión cuántas calorías quemamos porque no existe ningún programa o herramienta accesible a personas ajenas a la ciencia que pueda medirlas. Tampoco quemamos un número fijo de calorías diarias, esto es variable e impredecible de acuerdo a las actividades que hayamos realizado en el día”.

Por otro lado, ingerir menos calorías o quemar más no hace, por sí solo, que el organismo queme grasa. Si está comprobado que si comemos menos de lo que necesitamos, tendremos mucha hambre, el matabolismo se relantizará y quemaremos masa muscular.

Nuestro enfoque científico reconoce que el organismo equilibra las calorías por sí solo y facilita que nos equilibre en una complexión corporal más delgada” afirma Jonathan.

La solución es seleccionar alimentos que aporten nutrientes y vitaminas al organismo. Preferentemente que sean naturales, los alimentos industrializados contienen agregados de azúcar. También es conveniente olvidarse del alcohol y de las harinas blancas. Seleccionar frutas, cereales integrales y carnes magras.

Un dato a tener en cuenta: llevar una dieta alta en proteínas genera un mayor consumo de calorías durante la digestión por lo que contribuye al equilibrio del peso corporal.