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jueves 25 de abril del 2024

¿Por qué muchas mujeres fingen el orgasmo?

Por Silvana Savoini, sexóloga.

 

Uno de los factores que progresivamente provoca desmotivación en las parejas heterosexuales, es la frustración de no cubrir la expectativa de que la mujer experimente un “orgasmo vaginal” durante el coito.

El origen del mandato

Sigmund Freud nos ha legado la iatrogénica creencia de que la mujer para considerarse sexualmente madura, debe abandonar el placer obtenido por estimulación clitoriana para pasar a experimentar placer sexual a través de la penetración (con una visión que además de misógina es claramente coito-centrista). Freud sostenía la hipótesis de que debía producirse un pasaje de zona erógena del clítoris a la vagina[i], como si en la mujer se reconfigurase el mapa anátomo-funcional de las terminales nerviosas de sus genitales una vez alcanzada la adultez.

Posteriormente estas hipótesis fueron refutadas científicamente por investigaciones sexológicas, fundamentalmente las de William Masters y Virginia Johnson en sus estudios de la Respuesta Sexual Humana[ii], no obstante lo cual hasta nuestros días sigue teniendo vigencia esa premisa, en parte por el auge del psicoanálisis en nuestro país y en parte porque la idea del imperativo del orgasmo “vaginal” o alcanzado a través de la penetración, ha sido reforzada sistemáticamente por la industria pornográfica.

La industria del porno en general está dirigida por y para varones. En la ficción pornográfica se presenta el orgasmo femenino con características que distan bastante de la realidad, tanto por el tipo de estímulos que lo propician como por la forma en que se manifiesta.

La fórmula de la frustración

En las relaciones heterosexuales la frustración de la mujer si no logra experimentar un orgasmo durante el coito, se basa en una ecuación bastante simple:

  • Lo muestran las películas pornográficas (¿fenómeno de posverdad?)
  • Lo dijo un reconocido pensador (Sigmund Freud, sus errores no han sido tan difundidos aun)
  •  Las otras parejas que tuvo mi pareja lo lograron (o lo fingieron, pero eso obviamente no se sabe)

Resultado = “hay algo mal en mí si no puedo experimentar un orgasmo vaginal”

La vivencia de frustración por “no poder” como las otras, como se espera, como se supone que debería; acompañada del tilde de inmadurez sexual, infantilismo, frigidez, neurosis, y toda una saga de términos entre patologizantes y peyorativos, conduce a muchas mujeres a un callejón sin salida del cual sólo encuentran una vía de escape con cierta dignidad fingiendo el orgasmo.

Todos recordamos la memorable escena que protagoniza Meg Ryan en la película “Cuando Harry conoció a Sally” en la cual realiza la actuación de un orgasmo en medio de un restaurante, ante el desconcierto de todos los comensales, para demostrar a su compañero la capacidad femenina de fingirlo y la dificultad masculina para reconocer dicha ficción.

¿Qué Sabemos hoy sobre el orgasmo femenino?

Desde Masters y Johnson (1966) hasta las últimas investigaciones del Dr.VincenzoPuppo (2013), quien es médico sexólogo, miembro del Centro Italiano de Sexología, sabemos que:

  • El orgasmo es uno solo (no cabe distinguir entre orgasmo “vaginal” o “clitoriano”)
  • La zona más sensible desde el punto de vista neurológico es el clítoris
  • La vagina posee terminales nerviosas, pero son significativamente menos que en clítoris
  • El orgasmo depende de alcanzar un alto nivel de excitación, lo cual puede lograrse por:
  • Estimulación directa o indirecta del clítoris, los labios internos o menores y el vestíbulo vaginal, es decir por estimulación global de los genitales externos que constituyen el aparato eréctil femenino (con un mismo origen embriológico que el pene del varón).
  • En aproximadamente el 20% de las mujeres, la conformación anatómica de la vulva es tal que durante la penetración vaginal se produce una estimulación indirecta del clítoris que les facilita experimentar el orgasmo durante el coito.
  • Un altísimo nivel de excitación que le provoque una determinada situación, persona, o práctica, independientemente del tipo de estímulo físico que exista.
  • La intensa excitación derivada de fantasías sexuales que le resulten muy estimulantes, aun cuando no exista ningún tipo de estímulo físico.

Para cerrar con expresiones del propio Vincenzo Puppo: “Incluso hoy en día, la sexualidad femenina sigue siendo considerada en términos de la reproducción (la vagina es un órgano interno y reproductivo), en lugar del placer, y las mujeres tienen que alcanzar el orgasmo durante el coito vaginal para ser consideradas «mujeres reales», sin embargo, el orgasmo femenino es causado por el órgano eréctil femenino (es decir, genitales externos de la vulva) y no por la vagina (Masters y Johnson, 1966; Hite, 1981; Masters et al, 1988;. Laqueur, 1992; Puppo, 2011)…El orgasmo vaginal no tiene ningún fundamento científico y es una teoría que fue inventada por Freud en 1905…Freud, en definitiva, debe haber sabido que lo que escribió en el lenguaje de la biología en cuanto a la transición de la sensibilidad erógena del clítoris a la vagina no tenía ninguna base en los hechos de la anatomía o la fisiología…El  orgasmo «vaginal» que algunas mujeres informan es causado por los órganos eréctiles circundantes (Hite, 1981).”[iii]

 

 

[i]Freud, S. (1932-1936). Obras Completas. Volumen XXII Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. La feminidad (3ª conferencia). Amorrortu Editores.

[ii]Masters, W.H., Johnson V.E., (1966) Human Sexual Response. Boston, Mass: Little, Brown

[iii]Puppo, V. (2013), Anatomy and physiology of the clitoris, vestibular bulbs, and labia minora with a review of the female orgasm and the prevention of female sexual dysfunction.ClinicalAnatomy, 26: 134–152. doi: 10.1002/ca.22177