«Cuando tengamos nuevos resultados de las pericias retomaremos los operativos», aseguró Gustavo Ponce Asahad. El investigador explicó, en diálogo con RosarioNuestro, que en los próximos días tendrán el resultado de los estudios realizados en base a los registros telefónicos y a partir de ellos la causa tendría nuevos avances.
«Cuando tengamos nuevos resultados de las pericias retomaremos los operativos», aseguró Gustavo Ponce Asahad, el fiscal que tiene a su cargo la pesquisa por la ola de amenazas de bomba que azota a las escuelas de la ciudad. El investigador explicó, en diálogo con RosarioNuestro, que en los próximos días tendrán el resultado de los estudios realizados en base a los registros telefónicos y a partir de ellos la causa tendría nuevos avances.
Por un lado esperan que el cruce entre los registros de llamadas y las celdas de las antenas de telefonía celular permita individualizar a nuevos implicados. Por otro buscan obtener mayor volumen de datos mediante los peritajes de voz de los llamados registrados en dependencias policiales. «Es difícil de determinar. En ciertas grabaciones pareciera que la persona que habla es una mujer adulta; por lo que debemos realizar un trabajo exhaustivo», señaló el investigador.
Los detenidos
En los allanamientos realizados el miércoles pasado fueron arrestados dos hombres y dos mujeres, señalados como los titulares de un cuarteto de líneas telefónicas desde las cuales se realizaron amenazas de bomba. Hoy solo tres de ellos siguen vinculados a la causa. Dos madres que durante la audiencia imputativa señalaron que ellas no habían realizado la amenaza y un muchacho de 20 años, cuyo caso es, por lo menos, llamativo.
¿A confesión de parte, relevo de pruebas?
Eber Hugo A. es alumno de la escuela nocturna de enseñanza técnica N° 468. Fue el único estudiante arrestado durante los operativos de la semana pasada y cuando el fiscal Ponce Asahad lo acusó de intimidación pública en la audiencia imputativa, él negó haber hecho el llamado. Sin embargo para su caso el investigador contaba con un dato importante, que causó asombro hasta en su abogado defensor. «El chico en su imagen de WhatsApp tenía una leyenda que decía #bomba8052», señaló Gustavo.
Fenómeno céntrico
Un vocero policial explicó a RosarioNuestro que el grueso de las amenazas se realizaron en jurisdicciones de las comisarías primera, segunda y tercera; es decir, del microcentro de Rosario. No es menor el dato de que en esa porción del territorio es donde funcionan el grueso de las escuelas; pero, hasta la semana pasada, no se habían registrado denuncias en escuelas de la periferia.
