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viernes 19 de abril del 2024

Podoroska llegó a Rosario: «Todavía no caigo del todo»

La tenista rosarina se ilusiona con que su consagración en los Panamericanos de Lima "sirva para impulsar el tenis femenino".

La tenista Nadia Podoroska, medalla de oro en los Juegos Panamericanops de Lima 2019, arribó este lunes al aeropuerto Islas Malvinas y logró llevar al tenis argentino femenino a las altas esferas del deporte mundial. «Viví cosas muy importantes», dijo la Rusita con la presea colgada al cuello y con un lugar asegurado en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La deportista de 23 años fue recibida por su papá Marcelo y su mamá Irene, a quienes hace cinco meses no veía por los caprichos del calendario tenístico. Y en su itinerario no tenía previsto volver a la ciudad. Pero tras tamaña consagración apareció un hueco en la agenda para descansar con los suyos y luego viajar a España para volver a tomar la raqueta por el mango, lugar que eligió para residir durante la preparación precompetitiva.

«Todavía no caigo del todo. Pero minuto a minuto me doy cuenta de lo que logre», manifestó la rosarina de 22 años, quien llegó junto a Facundo Bagnis, plata en dobles junto a Guido Andreozzi; Eduardo Schwank, capitán masculino del equipo argentino.

En ese sentido, sostuvo: «Fueron muchas cosas las que viví. Tanto cuando me aseguré la medalla como la clasificación a Tokio 2020. Son cosas muy importantes».

«Ojalá que esto sirva para darle más impulso al tenis femenino», dijo tras ser recibida en la estación aérea por los directivos de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) Guillermo Coria (exnúmero 3 del ranking mundial) y Florencia Molinero (ex jugadora profesional y representante argentina en Fed Cup), y el presidente de la Federación Santafesina de Tenis (FST), Jorge Capella.

Nadia también recordó la heroica remontada que protagonizó en el partido por el oro panamericano. Se impuso ante la estadounidense Caroline Dolehide por 2/6, 6/3, 7/6 (4) tras estar abajo 0-4 en el tie break. En ese sentido sostuvo que la clave fue «no pensar en el resultado. Sólo en quebrar el saque. Pensaba en el punto a punto».