Cada vez son más los profesionales que desestiman la importancia del peso y hablan de composición corporal. El foco en la actualidad parece estar puesto más en el porcentaje graso que en el número que arroja la balanza.
Esto se debe a que el músculo pesa más que la grasa, entonces una persona con mayor masa muscular probablemente pese más que otra que no tenga músculo pero si mayor cantidad de grasa.
Las tablas no definen cuanto hay que pesar
La licenciada en Nutrición Agustina Murcho, especialista también en trastornos de alimentación afirma que “lo que tenemos que entender es que nuestro cuerpo tiene un peso en el cual puede mantenerse teniendo en cuenta distintos factores”.
“El querer llegar a un peso que nuestro cuerpo no puede sostener solo genera el famoso efecto rebote, descontrol alimentario, mala nutrición y además de desequilibrio del estado de ánimo” agrega.
Factores que indican que estamos en un peso “real”
- Nos alimentamos de manera nutritiva y equilibrada.
- Realizamos actividad física regular y placentera.
- Nos permitimos comer lo que nos gusta de manera equilibrada.
- Aprendemos a manejar las porciones.
- Manejamos el hambre emocional.
- No combatimos el aburrimiento comiendo.
- Nuestro perfil hormonal está en los valores normales.
- No nos sentimos tristes ni estamos internados en el gimnasio.
Comer por placer es humano
“Nos enseñaron que comer ciertos alimentos está mal y que por hacerlo somos débiles y que está bien tener culpa. Pero en realidad comemos para obtener los nutrientes necesarios; por placer, para compartir, para sobrevivir, por aburrimiento, por emociones, recuerdos, etc”.
“La sensación de sentirse débil o frustrado por comer algo viene de una historia y es clave tratarlo” explica la licenciada.
