El gobernador Omar Perotti anunciará este viernes, a última hora de la tarde o noche, cómo seguirá la cuarentena en Rosario luego de este período de 14 días en el cual se retrocedió prácticamente a la fase inicial. Los números que se reflejaron estas dos semanas marcan que la situación sanitaria lejos de mostrar alguna mejoría, se complicó aún más y la ocupación de camas críticas en efectores públicos y privados quedó cerca del colapso. Los rubros del comercio y la gastronomía son en los que está centrado el principal foco de atención ante las versiones que indicaban se podrían liberar sus restricciones con protocolo estricto, aunque las últimas cifras podrían frenar esa idea.
Los anuncios de Perotti llegan justo después del día récord de contagios de coronavirus en la provincia con 1.360 y también en la ciudad con 708, llegando a un total de 11.514. A su vez, en todo el territorio santafesino se llevan registrados 23.031 casos desde que comenzó la pandemia. Por si fuera poco, la ministra de Salud, Sonia Martorano, dio positivo de Covid-19, al igual que otros integrantes del Gabinete como Jorge Prieto, Secretario de Salud, el Miguel Altamirano, Secretario de Comunicación Social, y Walter Agosto, Ministro de Economía.
Estas noticias y los números reflejados, mantienen en alarma al gobernador, que se reunió durante varias horas del jueves con el grupo de infectólogos que lo asesora para definir qué decisión tomar. Antes de hablar públicamente, analizará situación por situación con autoridades de los cinco departamentos más afectados: Rosario, San Lorenzo, Caseros, General López y Constitución.
Mientras tanto, se encuentran expectantes los rubros gastronómicos y del comercio, que aguardaban por la posibilidad que les quiten restricciones más allá que pudieron trabajar con la modalidad take away (para llevar). En cuanto a bares y restaurantes, incluso se propuso un «protocolo primavera», para que puedan reabrir al público con mesas al aire libre y un límite de hasta cuatro comensales en cada una y distancia de metro y medio. Esa idea parecía avanzar a paso firme, aunque con las recientes cifras la situación volvió a complicarse para el sector y habrá que esperar a los anuncios de Perotti a última hora de este viernes.
Lo que sí continuará de la misma manera sería la administración pública, sin oficinas abiertas. A su vez, los profesionales podrían llegar a atender pero por turnos y los comercios barriales de hasta 40 metros reabrirían sin empleados, siempre según esa propuesta que debe ser analizada, como también el gobernador escucha a los infectólogos.
