La persecución de los mafiosos de «perfil alto» se convirtió en un problema de Estado en Santa Fe. Forma parte de la agenda diaria de las principales autoridades de la provincia y cada vez que uno de los hombres buscados cae en manos de alguna Fuerza es anunciado con bombos y platillos. Son acciones positivas de la actual gestión; pero generan nuevos problemas a la hora de ubicar a estos personajes en las diferentes cárceles.
Cómo pasó con los integrantes de Los Monos —previo y durante el juicio en su contra—, que fueron trasladados en numerosas ocasiones; hoy el Ministerio de Seguridad, el Servicio Penitenciario y el Ministerio de Justicia se encuentran en una disputa por el lugar donde debe permanecer tras las rejas de Adrián “Cable” Solís.
El supuesto socio del Clan Camino —la banda que era comandaba por el difunto «Pimpi» Camino y, se presume, está relacionada con Los Monos— que fue detenido el mes pasado, está alojado en la Unidad Penitenciaria Nº3 de Ceballos y Riccieri. Se trata de una cárcel de mediana seguridad, que para el ministro Maximiliano Pullaro y secretario de Asuntos Penitenciarios Pablo Cococcioni no cuenta con la infraestructura necesaria para garantizar que «Cable» no escape.
Por ello las autoridades provinciales presentaron hace pocos días un reclamo para que el muchacho sea reubicado en el penal de Piñero, que fue rechazado por la Cámara de Apelaciones.
En este contexto Solís seguirá alojado en penal rosarino; pero diferentes fuentes no descartan nuevos capítulos en esta disputa.
«Cable» está sospechado de homicidio agravado por uso de arma e fuego, homicidio calificado en calidad de tentativa, portación de arma de guerra y encubrimiento.
