El aplastante triunfo de la fórmula Fernández-Fernández en las Paso a nivel nacional sorprendió a propios y ajenos. El peronismo se impuso con el 49, 19 por ciento de los votos contra el 33 por ciento del macrismo, algo que ninguna encuesta vaticinó. Los números se trasladaron también a Santa Fe, distrito clave si los hay, por ser el tercero del país. La reciente victoria de Omar Perotti quedó reflejada en los comicios por la presidencia.
El binomio del Frente de Todos ganó con el 43,66 por ciento en la provincia. Muy por debajo, con el 33,83 por ciento quedó Juntos por el Cambio. La tercera fuerza, Consenso Federal, encarnada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, no estuvo a la altura de las circunstancias y logró el 12,66 por ciento. Eso en lo relativo a la presidencia.
En cuanto a los cargos legislativos, las cifras fueron similares. La lista justicialista encabezada por Marcos Cleri se llevó el 42,42 por ciento de los sufragios contra el 33,23 por ciento que juntaron las dos nóminas de Federico Angelini y Martín Rosúa. Enrique Estévez, de Consenso Federal, quedó tercero con el 12,21 por ciento y traccionó, de esta manera los votos de Lavagna.
Así las cosas, la grieta, lejos de ser una construcción discursiva, marca el pulso real de la política argentina. Los ciudadanos lo expresaron el domingo 11 de agosto en las urnas, aunque con una amplia diferencia a favor de la oposición. Santa Fe es otra de las provincias dispuestas a jugar ese juego.
