Gustavo Iaies, director de la Fundación Centro de Estudios en Políticas Públicas de Argentina, habló con El Puente por Radio Mitre Rosario sobre el balance de las Pruebas Aprender, que se tomaron hoy por segundo año consecutivo. De la prueba participaron 31.300 escuelas; un total de 1.210.620 estudiantes evaluados y de 92.730 docentes involucrados. A diferencia de 2016, no implicaron la suspensión de clases.
En primer lugar, Iaies dijo que estas evaluaciones «sí sirven» y que, de hecho, «se toman en todo el mundo”. Para el especialista, dan una panorámica de cómo está la situación, aunque la clave no es tomar la prueba sino evaluar la escuela. “Me parece que la clave es qué hacer con los resultados, cómo vuelve a la escuela y cómo se trabaja acerca de lo que los chicos saben y lo que no”, argumentó. En esa perspectiva, indicó que, sino, es un espejo sólo para mirarse y nada más.
Para el cientista de la educación, las pruebas son una buena herramienta, ya que son estandarizadas, y aunque la gente las critique, es “muy bueno tener un parámetro” de qué sucede en provincias distintas con realidades sociales distintas. “Ahora el desafío más grande es ver como tomamos los resultados nos ponemos a trabajar con los directores sobre las mejoras. Sino la verdad es solo tomar una prueba”, sostuvo.
Al respecto de dónde están los inconvenientes más graves de la educación Argentina, señaló que en la secundaria «tenemos muchísimos problemas y se está perdiendo la mitad de los chicos que entran a la escuela pública y que después sólo termina el 35%». “En la secundaria es urgente, nos tenemos que poner a hacer algo. En la primaria yo diría que tenemos problemas, pero son más solubles, igualmente si los chicos no comprenden un texto de mediana complejidad es porque alguien hizo mal las cosas en la primaria”.
Sobre las materias donde se debería fijar mayo atención argumento que deberían ser fundamentalmente lengua y matemática. “Me parece que hay cosas básicas que la escuela tiene que enseñar. Los chicos tienen que poder leer un texto, entender textos de diferentes interlocutores, tienen que poder hacer lo mismo cuando los escriben”, finalizó.
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