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viernes 19 de abril del 2024

Para el autor del libro de Los Monos, «hay un descontrol en el territorio con bandas que no son poderosas, pero causan daño en la seguridad pública»

Germán de los Santos remarcó que en Rosario proliferan grupos de dimensiones acotadas que se extienden a lo largo del territorio y no poseen sofisticado armamento, pero sí en grandes cantidades. Cómo operan estas organizaciones.

La violencia urbana no para en Rosario y la región. En las últimas 24 horas se registraron tres homicidios. La problemática, asociada a la disputa territorial por el narcomenudeo, data de varios años y tiene decenas de protagonistas, algunos más conocidos que otros, como Los Monos, Los Ungaro, Los Funes o Esteban Alvarado.

Germán de los Santos,  autor del libro de Los Monos junto a Hernán Lascano, explicó que, además de los pesos pesados más conocidos del hampa local, en Rosario proliferan las bandas narcocriminales de escasas superficies -grupos desorganizados, en palabras del investigador-, que muchas veces causan más caos que una organización de grandes dimensiones. Asimismo, hizo hincapié en la facilidad que tienen los grupos criminales para el abastecimiento de armamento y munición, que no es sofisticado, pero sí genera mucho impacto.

“Desde hace tiempo que hay muchas causas judiciales donde se está haciendo un mapeo de las bandas criminales y es lo que algunos académicos llaman como el crimen desorganizado, porque hay una atomización de las bandas y no hay una hegemonía clara”, estableció De los Santos, en diálogo con el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario.

En ese marco, agregó que en Rosario no existe “una banda que sea la que tenga el control de toda la criminalidad”, sino que hay grupos más chicos de alcance barrial que “actúan como una especie de franquicia de bandas más grandes, con lo cual, hace mucho más complejo el problema y ahí está atomización”, indicó el periodista.

De este modo, ejemplificó con Los Monos, de quienes consideró que “tienen mucho poder”, pero remarcó que no poseen todo el control territorial.

Hay un descontrol en el territorio con bandas que no son poderosas a nivel de logística, de armamento ni de poder económico, pero causan muchísimo daño en la propia seguridad pública”, señaló.

Al respecto, aseguró que en el departamento no circulan armas de alto perfil, como fusiles, sino que abunda el armamento corto y con una facilidad en abastecimiento de munición. “En Rosario no hay fusiles automáticos” pero “se ven pistolas 9 milímetros, que es un arma muy poderosa pero que te marca que es de muy fácil acceso, sobre todo en nivel de municiones, por eso la cantidad de balas que ser tiran en el territorio es demencial”.

De los Santos explicó que parte de la solución reside en más regulaciones estatales y planteó que las normas para la tenencia de armas no son del todo rigurosas.

“Si vos sos legítimo usuario podés acceder a comprar hasta 100 balas por día y las usás. Lo que no hay es un control informático. El registro de las armerías es a través de un cuaderno con una birome, va ese cuaderno tres meses a la Anmat y se hace un control en el cual no hay ningún tipo de cruce de información, con lo cual hay toda una provisión de un mercado negro de municiones y de armas que también retroalimenta este esquema de bandas no muy poderosas a nivel logístico y de armamento, pero que si generan un problema muy serio. Desde el propio Estado no le ponen mucha energía para darle soluciones”.

En otro orden, el investigador postuló la idea de que muchos grupos narcocriminales en los últimos años inclinaron su furia en las extorsiones y los ataques a balazos, que conmocionan a la sociedad. Sobre ese punto, expresó que “en el propio territorio” han avanzado “nuevas modalidades y se han desprendido de ese nudo más originario que era el narcotráfico: fueron mutando en estas extorciones que tienen mucho impacto en los barrios con ataques a balazos o carteles que indican ‘plata o plomo’”.

Hay una ausencia total de las fuerzas de seguridad controlando esto, porque si no, no existiría este descontrol en la propia calle si hubiese una policía o fuerzas de seguridad federales que tuviesen un control en el territorio”, agregó el periodista.

Por último, opinó sobre la llegada de más fuerzas federales a Rosario, lo cual fue anunciado en las últimas horas por el gobierno nacional: “Busca ser una medida de urgencia que busca que en la propia sociedad se sienta respaldada cuando ve gendarmes en la calle, pero no mucho más. Ahora se piensa en la conformación de una unidad especializada de la policía federal para que intervenga en combate contra algunas bandas que por ahí están mas definidas y puede ser interesante en un mediano plazo”, cerró.