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jueves 28 de marzo del 2024

Pánico en las calles, desabastecimiento y caída del turismo: el relato de un rosarino que vive en Barcelona

El coronavirus desencadenó en un estado de alarma permanente de la población. Gabriel Cardarelli, periodista radicado en España, cuenta en primera persona la experiencia de la propagación de la pandemia.

Las calles están poco transitadas. El que estornuda en la vía pública se convierte instantáneamente en el centro de las miradas. El turismo, una de las actividades centrales de la ciudad, cayó abruptamente. La propagación del coronavirus arrasó con la cotidianidad de Barcelona y eso se palpa a cada instante. Así lo vive cada día Gabriel Cardarelli, periodista rosarino radicado en España, quien contó, al aire de Radio Mitre Rosario, la experiencia de la pandemia en uno de los lugares más afectados.

«El presidente de España Pedro Sánchez sostuvo que la próxima semana se espera que el nivel de infectados llegue a más de 10.000 personas , por eso el estado de alarma permanente y pánico que se vive en las calles de muchas ciudades», relató el cronista al aire del programa El Puente.

En ese sentido, remarcó que «todas las actividades turísticas en Barcelona se encuentran suspendidas», lo que representa cuantiosas pérdidas económicas. «Barcelona cuenta con numerosos museos, joyas aquitectónicas y clubes deportivos muy visitados que hoy ya no reciben más turistas y eso trae una gran pérdida de divisas», destacó.

Cardarelli, que se encuentra desde hace más de medio año en Europa, puntualizó en el estado de paranoia social que acarrea el Covid-19. «Toda esta situación está provocando mucha paranoia en la gente. Cualquier persona que estornuda por la calle o en algún medio de transporte  es el centro de las miradas esquivas y temerosas».

El miedo, explicó, lleva a otras situaciones, como la compra compulsiva de alimentos. «Nos pasa que a la tarde ya no encontramos comida en las tiendas y grandes supermercados. Hay que ir bien temprano para abastecerse», aseguró. Finalmente, contó que los espacios de recreación nocturnos, como bares y discotecas, también permanecerán cerrados por un período estimado de quince días.

Para mitigar los días de tensión y compartir con sus familiares y amigos lo que está atravesando, el periodista publica fotos y videos en las redes sociales, mientras espera que lo que parece una película de terror, pase.