Otra vez Pichincha se posiciona en el ojo de la tormenta. En esta ocasión, vecinos de la zona denunciaron la falta del protocolo sanitario para bares, expuesto por la Municipalidad de Rosario días atrás. A esta problemática se le suman las reiteradas acusaciones del grupo por los ruidos molestos durante la madrugada y el «poco accionar» de la Guardia Urbana Municipal (GUM): «No se respeta nada, Javkin sigue prometiendo que se va a controlar y sólo son promesas».
Según argumentó un vecino en comunicación con RosarioNuestro, en la zona cada noche se escuchan gritos, música, superpoblación en las veredas, falta de control y de protocolo sanitario. En el último mes la situación había cambiada debido al cierre de los locales gastronómicos por la pandemia por el coronavirus.
«A pasar de las reuniones que mantuvimos con el municipio a principio de este año, todo parece seguir igual. No se respeta nada, Javkin sigue prometiendo que se va a controlar y sólo son promesas», afirmó uno de los habitantes de la zona y puntualizó: «Vemos mesas de 11 personas, hablando a los gritos, deambulan por el barrio sin barbijo, los locales trabajan sin reservas, el horario de cierre se extiende de las 24hs, se comparten utensilios mientras la guardia urbana está en las esquinas tocando el silbato cada tanto como para afinarlo, no haciendo nada».
«No es que sólo perjudica a los vecinos de Pichincha, se perjudica a todos. Desde que reabrió el sector gastronómico no se cumple con protocolos. Nadie se hace cargo de nada. Esto es un desastre», concluyó, apuntando nuevamente a la ausencia del municipio. Los moradores del barrio, hace tiempo se organizaron y crearon un grupo en las redes sociales en el que dan cuenta del complejo panorama nocturno.
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